LA HABANA, 25 Jul. (Reuters/EP) -
El ex presidente cubano Fidel Castro ha expresado su satisfacción por la entrega de la declaración sobre el programa nuclear de Corea del Norte al grupo de los 'seis', pero matizando que el objetivo de este gesto no era complacer a Estados Unidos y que no supone la rendición a su chantaje.
La primera reacción oficial de La Habana ante la entrega de la declaración que ofrece todos los detalles del programa nuclear norcoreano apareció hoy en forma de un artículo publicado por la prensa estatal cubana.
"Nos satisface la declaración de Corea del Norte sobre la disposición de suspender su programa de armas nucleares", expresó Castro, quien añadió que "esto no tiene nada que ver con los crímenes y chantajes de (el presidente de Estados Unidos, George W.) Bush, que ahora se jacta de la declaración coreana como éxito de su política de genocidio".
En la segunda de dos 'reflexiones' dedicadas a Corea del Norte y Corea del Sur, Castro dijo que la decisión de Pyongyang no busca complacer a Washington, "ante el cual no cedió nunca", sino a China, "país vecino y amigo cuya seguridad y desarrollo es vital para los dos Estados."
"A los países del Tercer Mundo les interesa la amistad y cooperación entre China y ambas partes de Corea, cuya unión no tiene que ser necesariamente una a costa de la otra, como ocurrió en Alemania, hoy aliada de Estados Unidos en la OTAN", opinó el revolucionario cubano.
Bush anunció a finales del pasado mes de junio el levantamiento de las sanciones bilaterales impuestas desde 1950 a Corea del Norte de acuerdo con la ley de comercio con el enemigo, que limita los intercambios comerciales con ciertos países por considerados hostiles a Washington. Estados Unidos incluye en este grupo a Cuba, país al que impuso un embargo comercial hace más de cuatro décadas y media.
Tras la entrega de la declaración sobre armas atómicas por parte de Corea del Norte, el presidente estadounidense aseguró que iniciaría los trámites para retirar al país asiático en un plazo de 45 días de su lista de países que apoyan el terrorismo, en la que Pyongyang figura desde 1988. Washington impide que las naciones de esta lista reciban ayuda económica estadounidense, así como préstamos del Banco Mundial, entre otras prohibiciones.