Actualizado 25/02/2008 11:46

Cuba.- El nombramiento de Raúl Castro es recibido con muestras de sorpresa e indiferencia entre los cubanos


LA HABANA, 25 Feb. (Reuters/EP) -

El nombramiento de Raúl Castro como nuevo presidente de Cuba, tras 49 años de mandato de su hermano Fidel, fue recibido con indiferencia por muchos cubanos, mientras que otros se arremolinaban alrededor de las radios y las televisiones para escuchar la confirmación de la sucesión.

En las calles de La Habana la noticia provocó un poco de sorpresa, pero la gente continuó haciendo su vida normal. Podía verse a mucha gente comprando en los mercados, sobre todo fruta y verduras, mientras que otros jugaban al dominó en las aceras.

"Raúl no podrá conseguir que la economía vuelva niveles estables sin dedicar gran parte del tiempo a mejorar la economía de los cubanos. ¿Cómo podrá el Estado vender la mayoría de sus bienes y productos en la actualidad si no se usa para pagar a la gente? Es una gran contradicción para resolver en el futuro", opinó Rolando Bellman, guardia de seguridad de 59 años.

Uno de los principales problemas económicos de Cuba es su dualidad en la moneda. Mientras que los sueldos, que alcanzan una media de 15 dólares al mes, son pagados en pesos, los bienes de consumo básico deben comprarse con la moneda oficial, los pesos convertibles. Actualmente, 24 pesos cubanos son un peso convertible.

En su primer discurso ante la Asamblea Nacional de Cuba, Raúl Castro informó ayer de que está estudiando una "revalorización prudente del peso cubano".

Pero además, muchos productos no están en el mercado, los precios no suben y los cubanos tienen prohibido vender sus coches y viviendas. Para mucha gente, esta situación ha favorecido la aparición de una fuerte economía sumergida y de una corrupción desenfrenada.

A pesar de todo, muchos cubanos esperan que Raúl Castro sacará adelante algunas reformas económicas. "Nos han desgastado durante muchos años, pero confío en que Raúl resuelva nuestros problemas", explicó Ramón González, de 30 años y miembro de la organización de las juventudes del Partido Comunista.

Por su parte, un jubilado de 76 años llamado Armando Gómez señaló que "Raúl será la garantía de la continuidad de la Revolución, pero debe ser apoyado" por los miembros más jóvenes de las Fuerzas Armadas "para satisfacer las necesidades del país".