Actualizado 28/04/2014 19:36

Nueva legislación dota de mayor autonomía a la empresa estatal cubana

Trabajadores cubanos
Foto: REUTERS

MADRID, 28 Abr. (Notimérica/EP) -

   Las nuevas directrices publicadas por la Gaceta Oficial de Cuba en su edición extraordinaria, este lunes, abogan por una mayor flexibilidad en el desempeño de la empresa nacional, con el fin de otorgarle una mayor autonomía, de manera que esté en condiciones de ocupar el papel que le corresponde en el desarrollo de la economía cubana.

   La edición extraordinaria número 21 continúa en la línea de las directrices aprobadas en el Sexto Congreso del Partido, en abril de 2011, para separar, progresivamente, las funciones estatales y empresariales. Estas líneas se incorporaron también al Plan de la Economía para el 2014, que amplía las facultades del sistema empresarial, según ha publicado el diario oficial 'Granma'.

   En el transcurso de este año, la implementación de estas y otras medidas, irán "creando condiciones para que las empresas puedan desarrollarse progresivamente en correspondencia con sus posibilidades económicas y la capacidad de dirección", ha explicado la jefa de Área de Perfeccionamiento de Entidades de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, Grisel Tristá Arbesú.

   Tristá Arbesú ha añadido que es un proceso gradual de descentralización de facultades, con el que aumenta la responsabilidad de los directivos en las decisiones que competen a sus propias empresas. Por tanto, resulta fundamental prepararse desde la base hasta el nivel más alto.

   En la edición de la Gaceta Oficial también se incluyen tres resoluciones que afectan al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y al Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) que tratan de equilibrar el salario respecto a los resultados.

PRINCIPALES CAMBIOS

   Entre los cambios más importantes, las empresas podrán ahora decidir qué actividades secundarias llevar a cabo y de apoyo derivadas de su objeto social, lo que les permitirá producir aprovechando mejor todas sus potencialidades, según ha explicado Tristá Arbesú.

   La directiva ha añadido que las empresas, tras el cumplimiento de su deber estatal, podrán comercializar sus excedentes al precio que fije la relación entre la oferta y la demanda.

   Trista Arbesú ha explicado que "el Plan de la empresa lo aprueba ahora el presidente de la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE)", algo que hacían hasta ahora cargos públicos, como el ministro o el presidente del Consejo de la Administración Provincial. "Esto constituye un cambio fundamental y, por tanto, seguimos en el camino de la descentralización", ha dicho.

   Las empresas ya no tendrán que aportar la depreciación y amortización de activos, ni las reservas no utilizadas en años anteriores. También podrán retener hasta el 50 por ciento de los beneficios al cierre del año, un 20 por ciento más de lo permitido hasta ahora.

   Las reservas que se creen se utilizarán para incrementar el capital de trabajo, financiar inversiones y desarrollo, así como para amortizar créditos bancarios. También se podrá crear una reserva denominada Fondo de Compensación para cubrir desbalances financieros.

   Las empresas podrán distribuir sus beneficios entre los trabajadores como estímulo por la eficiencia económica, siempre que sus resultados hayan sido favorables en el último año y medio.

   Además, se han aprobado nuevos indicadores directivos que permitan definir mejor el desempeño del cargo: las ventas netas totales, los beneficios del periodo, el encargo estatal, las ventas para la exportación, el aporte por el rendimiento de la inversión estatal, la rotación del capital de trabajo y el aporte en divisas.