Actualizado 08/05/2008 11:40

Cuba.-Oswaldo Martínez dice que la economía cubana "no es el paraíso" pero el Gobierno acomete las reformas "necesarias"

El objetivo del Gobierno cubano se dirige a "conseguir dejar atrás la dualidad económica" a través de distintos planes económicos


MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Comisión Económica del Parlamento cubano, Oswaldo Martínez, aseguró hoy en Madrid que si bien la economía cubana "no es el paraíso, tampoco es el infierno", al explicar las reformas económicas "necesarias" que está acometiendo el nuevo gobierno del presidente, Raúl Castro. Estas, dijo, son una consecución lógica de las políticas anteriores emprendidas tras la crisis de la década de los noventa.

"Las decisiones de política económica se están desarrollando en un debate interno muy profundo", declaró Martínez, quien añadió que, sin embargo, "en términos de transformación estructural estamos mejor que en 1989", cuando comenzó el fin de la Unión Soviética.

En una conferencia celebrada en la Casa de América de Madrid, Martínez dijo que la economía cubana es "un modelo de resistencia, con problemas profundos, pero con retos y resultados importantes", en los 18 años de vida "sin los subsidios" de la antigua Unión Soviética. Ahora "hemos llegado a un momento diferente. Si antes hablábamos de subsistir, ahora podemos retomar elementos básicos", consideró.

El economista recordó que tras la caída del bloque soviético a principios de los '90, la economía cubana "sufrió el embate de una crisis tremenda en condiciones únicas" que empeoró al endurecerse el bloqueo económico de Estados Unidos. En los cuatro años siguientes el Producto Interior Bruto (PIB) descendió en un 35 por ciento, y el déficit alcanzó el 33 por ciento del PIB.

Lamentó que incluso el consumo calórico por cubano, que en 1981 era de 2.800 calorías, en 1993 descendió hasta 1953, niveles que reconoció "no son de hambruna, pero sí son niveles de literal subsistencia y nada más".

Sin embargo, en el momento actual Cuba asiste a un "crecimiento sostenido y sostenible" y tiene unas posibilidades reales de desarrollo. Se espera, añadió, "si la crisis financiera internacional lo permite, un crecimiento del ocho por ciento en 2008".

CRECIMIENTO DE VARIAS VÍAS

Los principales cambios que realiza el Gobierno de Raúl Castro tienen varias vías de actuación como el cambio de base energética en el país, "cosa que hubiera sido impensable hace una década", que antes se basaba en las plantas termoeléctricas "soviéticas pero poco eficientes". El nuevo sistema energético, explicó Martínez, también usan las termoeléctricas, pero sólo las más eficientes, menos contaminantes y más seguras, y ha incorporado nuevos grupos electrógenos, el gas nacional, y dos nuevos parques de energía eólica".

Por otra parte, señaló que las relaciones económicas cubanas han mejorado a nivel internacional y "de estar al borde de la agonía", se han establecido "relaciones muy fructíferas" con países como China o Venezuela. "Cuba ya no es una ciudadela cercada, sino que está dentro de la propuesta del ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas), en la que Cuba ha encontrado una "relación de intercambio de médicos a cambio de combustible y otros productos" y proyectos petroquímicos con Venezuela. En cuanto a la relación con China, "funciona bien, tiene interés" y ese mercado, indicó, es un alto comprador de níquel, uno de los principales productos de exportación.

El presidente de la Comisión Económica del Parlamento cubano destacó, entre otras de las mejoras de los últimos años, el transporte de pasajeros y carga, gracias a la importación de autobuses chinos que alivian la circulación. Además, indicó que la industria triplicó su crecimiento en 2007 con respecto a 2006. Hoy, "la industria de bandera es el níquel, materia prima que ha alcanzado un alto precio en los mercados y que ahora es el principal producto de exportación".

En cuanto a las reformas en el sector agropecuario, Oswaldo Martínez admitió que ha tenido "una evolución insatisfactoria" a la que se se suma el despoblamiento de las zonas rurales, en parte por los errores cometidos en la política económica. "Cambiar esta situación es una necesidad, incluso de seguridad nacional", expresó.

En ese sentido, anunció que "en los próximos meses se podrán hacer nuevas modificaciones y cambios" que se sumarán a los realizados hasta ahora, los cuales "tienen un núcleo racional", y pretenderán aumentar la flexibilidad hacia los productores estatales, cooperativas y privados, que podrán comercializar sus productos con menos requisitos y serán remunerados con mejores precios".

Esas medidas, sostuvo, incidirán "directamente en la población civil y en el bolsillo de los cubanos", porque, en palabras pronunciadas por Raúl Castro el 26 de julio de 2007, "el salario no alcanza" por el precio de los alimentos.

También hizo hincapié en las obras hidráulicas y de infraestructuras que ya están en marcha o que han sido proyectadas, como el trasvase este-oeste, que tratará de resolver eventuales problemas de sequía. Solo "el hecho de que estas obras estén ejecutándose, marcan un nuevo cambio en Cuba", apuntó.

Por otra parte, subrayó que el turismo marcó la reforma económica de los años 90, ya que era un sector inexistente hasta entonces y que se creó de nuevas.

Otro de los pilares de la nueva economía cubana es la educación, en la que, aseguró "se cifra un importante activo del país", gracias al cual "están ocurriendo cosas muy importantes". El capital humano cubano "nos permite financiar las importaciones de petróleo con la exportación de servicios médicos".

Sin embargo, afirmó que es prioritario para Cuba aumentar los niveles de productividad y de eficiencia en el sistema, especialmente en la agricultura. Para ello, dijo que está en marcha el 'Proceso de perfeccionamiento empresarial', que está demostrando que "es posible que empresas estatales funcionen con eficiencia".

Oswaldo Martínez declaró que el plan de la economía cubana "dista de ser perfecto" pero ya no es de "planificación centralizada de época soviética". Ahora, precisó que la planificación es financiera y pretende regular por la vía financiera sin intervenir directamente en el producto o bien de producción.

Finalmente, consciente del problema que supone el sistema de dos monedas que ha creado una dualidad en la economía y la sociedad, que admitió "no es un modelo óptimo" a recomendar y del que "no es nada fácil" salir, aseguró que la política del Gobierno es salir de ese plan, aunque "lograrlo no es algo que se pueda conseguir en un mes", pero "nos estamos aproximando a conseguir dejar atrás la dualidad económica".