ROMA, 21 Feb. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
El Papa Benedicto XVI envió hoy un mensaje especial a los obispos cubanos con ocasión del décimo aniversario de la visita de Juan Pablo II a la isla. El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, fue el encargado de entregar la misiva a los prelados, en el marco de su visita al país caribeño, que empezó ayer y que coincide con la reciente renuncia del dictador Fidel Castro a seguir en el poder.
"Me siento espiritualmente entre vosotros, como testimonia la presencia del cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado", aseguró el Pontífice, que renovó su "estima" y "cercanía a las aspiraciones y preocupaciones de todos los cubanos".
"Pido constantemente al Señor que les dé fortaleza y generosidad para vivir cada vez más intensamente su fe y trabajar en favor de un mundo iluminado por el Evangelio", añadió.
De hecho, recordó a los obispos que "el anuncio del Evangelio de Cristo sigue encontrando en Cuba corazones bien dispuestos para acogerlo", lo que conlleva por su parte una "responsabilidad constante para ayudarles a crecer en la vida espiritual" y proponerles un "alto grado de la vida cristiana ordinaria".
Con este propósito, les animó a seguir anunciando "la recta doctrina", "la escucha y profundización de la Palabra de Dios" y "la participación en los sacramentos", fomentando en sus feligreses la "vida de oración". Según el Pontífice, éstas deben ser las "metas primarias de la acción pastoral".
El Papa admitió que "en ocasiones, algunas comunidades cristianas se ven abrumadas por las dificultades, por la escasez de recursos, la indiferencia o incluso el recelo", factores "que pueden inducir al desánimo". Pero precisamente en estas circunstancias, "el creyente sabe que siempre puede poner su esperanza en Cristo Jesús" que "no defrauda y colma de alegría", "dando sentido y fecundidad" a la vida, recordó.
REAVIVAR HERENCIA CRISTIANA
"Tenéis en vuestras manos el cuidado de la viña del Señor en Cuba", les insistió el Papa, que hizo hincapié en la "gran influencia" que tuvo el cristianismo en el mismo nacimiento de la nación cubana, gracias, entre otros, al siervo de Dios Félix Varela y a José Martí. "Esta herencia ha calado hondo en el alma cubana", pero hoy necesita "reavivarla cada vez más".
Benedicto XVI remarcó que "la Iglesia, centrando su mirada en Jesucristo, tiende a hacer el bien, a promover la dignidad de la persona y, sembrando sentimientos de comprensión, misericordia y reconciliación, contribuye a la mejora del hombre y de la sociedad".
A este respecto, destacó la misión que la Iglesia desarrolla en Cuba a favor de los más necesitados, a través de "obras concretas de servicio y atención a los hombres y mujeres de cualquier condición".
"Contáis con la cercanía del Papa y la fraterna oración y colaboración de otras Iglesias particulares diseminadas por el mundo", insistió el Papa, que quiso terminar su carta con las mismas palabras con que su predecesor Juan Pablo II rezó en 1998 ante la Virgen de la Caridad del Cobre pidiendo que Cuba fuera "un hogar de hermanos y hermanas para que este pueblo abra de par en par su mente, su corazón y su vida a Cristo, único Salvador y Redentor".