Publicado 06/03/2014 18:28

Cuba.- El PP recuerda a Cuba que las cláusulas democráticas y la libertad sindical estarán en la negociación con la UE

El presidente cubano, Raúl Castro
CUBADEBATE

Avisa de que las detenciones de opositores son una "mala demostración" de su voluntad de llevar el acuerdo a buen puerto

MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

El PP ha recordado hoy al régimen cubano que las cláusulas democráticas y la libertad sindical entrarán en la negociación que La Habana ha aceptado iniciar con la UE para concluir un acuerdo de diálogo político y cooperación que, de concluirse con éxito, estaría llamado a superar la actual Posición Común.

El Ejecutivo de Raúl Castro "debe saber que va a sentarse a negociar con Gobiernos democráticos, por lo que las cláusulas democráticas y la libertad de sindicación van a estar en algún momento encima de la mesa", ha subrayado a Europa Press el diputado 'popular' Teófilo de Luis, que ejerce de portavoz en los temas relacionados con Cuba.

De Luis ha reaccionado de este modo al anuncio de hoy de la Cancillería cubana de que acepta empezar la negociación con la UE "sobre bases iguales y de respeto mutuo".

El diputado ha advertido de que, tal y como ha dejado claro Bruselas, las negociaciones irán más o menos rápido en función de los pasos que dé el régimen en materia de respeto a las libertades fundamentales y los Derechos Humanos.

En este sentido, ha señalado que las detenciones de disidentes como la que hoy ha denunciado la bloguera Yoani Sánchez y que afectaría a la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, son una "mala demostración" de la voluntad de las autoridades cubanas para que el acuerdo con la UE llegue a buen puerto.

VISITA A BRUSELAS

Para que la voz de la disidencia sea tenida en cuenta por el equipo negociador europeo varios grupos parlamentarios van a proponer a la Mesa del Congreso que autorice la visita de una delegación de la Cámara a los altos cargos del Servicio Europeo de Acción Exterior, a los que pedirán crear un canal de información con la oposición democrática cubana para que los disidentes puedan hacerles llegar sus denuncias, si sufren acoso por parte del régimen.

"Europa no se va a dejar engañar ni va a renunciar a sus principios", asegura De Luis, que está convencido, en línea con lo que piensa el Gobierno español, de que el acuerdo de diálogo político y cooperación entre la UE y Cuba podría contribuir de forma "eficaz" a "promover la transición" en la isla y "acelerar los procesos de reforma económica y política en dicho país".

Fue el pasado 10 de febrero cuando los ministros de Exteriores de la UE acordaron las condiciones para negociar con el Gobierno de Raúl Castro un acuerdo sobre diálogo político y cooperación que permita normalizar las relaciones con Cuba y alentar reformas democráticas.

Las negociaciones entre Bruselas y La Habana dejarán fuera un tercer pilar que suele estar presente en este tipo de acuerdos: el comercial. No obstante, se espera que la normalización de las relaciones potencie las inversiones europeas en áreas con potencial como la agricultura y el turismo.

Se trata de un giro relevante en las relaciones bilaterales porque está llamado a reemplazar la Posición Común que la UE adoptó en 1996 --a instancias del gobierno español de José María Aznar--, pero no supondrá en la práctica un cambio sustancial en la política europea hacia la isla caribeña, según explican fuentes europeas.

Cuba rechaza de plano la Posición Común, que condiciona las relaciones bilaterales a progresos democráticos en la isla, porque fue una medida unilateral de la UE, pero el bloque europeo ya ha advertido de que sólo contempla su eliminación si se logra concluir este acuerdo y tras una decisión unánime de los Veintiocho.

PROCESO DE UNO O DOS AÑOS

Las negociaciones podrían durar entre uno y dos años, según cálculos europeos, aunque también será determinante el ritmo e intensidad de las reformas que se espera de Cuba y de que asuma un "mayor compromiso gradual" con las libertades fundamentales y el respeto de los Derechos Humanos.

Los estados miembro han dejado claro en su mandato que la jefa de la diplomacia europea deberá informarles periódicamente sobre la marcha de las negociaciones, lo que les permitiría detener el proceso si, por ejemplo, se frena el ritmo de las reformas o aumenta la presión sobre la oposición cubana.

La UE trabaja desde finales de 2012 en este mandato negociador, cuando los gobiernos nacionales pidieron a Ashton "explorar" las opciones para normalizar las relaciones, pero este proceso interno se ha dilatado por la necesidad de recibir un apoyo unánime de las capitales.

Bruselas dio un primer paso de acercamiento con La Habana en junio de 2008, cuando los líderes europeos decidieron levantar las sanciones diplomáticas que impuso al régimen 'castrista' en 2003, como respuesta a la detención de 75 opositores en la llamada 'primavera negra'. Aunque las sanciones estaban en suspenso desde 2005, esta decisión permitió retomar la cooperación con la parte cubana.