Actualizado 02/12/2014 06:53

Feria del Libro de Guadalajara celebra 300 años de la Real Academia Española

FIL conmemora 300 años de la RAE
Foto: JAVIER LIRA OTERO/NOTIMEX

GUADALAJARA (México), (Notimex/Notimérica)

   Con un discurso poético en el que el escritor nicaragüense Sergio Ramírez habló de la lengua española en América y el papel del escritor en la región, la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara conmemoró esta noche los 300 años de la Real Academia Española.

   En el Salón 4 de la Expo Guadalajara, el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español fue el encargado de arrancar las actividades del tricentenario con una conferencia magistral titulada 'La lengua que nunca termina'.

   Acompañado del director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua, así como de Jaime Labastida Ochoa, presidente de la Academia Mexicana de la Lengua (AML), el también novelista, cuentista, ensayista, periodista y político aseguró que "lo que calla la historia lo decimos los escritores con la imaginación".

   En su intervención, el autor nicaragüense habló sobre el problema de la migración hacia los Estados Unidos y dio paso a la situación de inseguridad para subrayar que de estos temas se ocupan los escritores.

   "Y los caudillos del narcotráfico, vestidos como reyes de baraja, y el exilio hacia la frontera de Estados Unidos impuesto por la marginación y la miseria, el tren de la muerte; y la corrupción que el cuerpo social exuda por todos sus poros y la violencia como la voz de nuestras deidades, adorada en los altares de la santa muerte".

   "Las fosas clandestinas que se siguen abriendo, los basureros convertidos en cementerios, es de lo que los escritores nos ocupamos; todo irá a desembocar tarde o temprano en el relato, todo entrará sin remedio en las aguas de la novela, y lo que calla o mal escribe la historia, lo dirá la imaginación, espejo de múltiples reflejos de la realidad porque somos testigos de cargo, es nuestro oficio", destacó.

   Ramírez dijo que los escritores "somos hijos de la exageración que no podemos expresar sino en palabras, hijos también de revoluciones, que son otra forma de la exageración, cataclismo que cambia para siempre y luego vuelve a la nada, pero antes convierten en prodigiosos a quienes una vez estuvieron dispuestos a sacrificarlo todo".

   "No hay mito que se nos escape, ni invención que no tenga entre nosotros sus raíces alucinógenas", refirió el autor centroamericano, al agregar que "incubamos las mejores ideas redentoras y también los sueños más perversos".

   Antes, Ramírez de manera poética abordó a autores de la talla de Miguel de Cervantes, Rubén Darío, incluso Juan Rulfo y Carlos Fuentes. "De haberse escrito el Quijote en América hubiera sido añoranza de Cervantes por la tierra lejana de Castilla, como campeo el recuerdo de la tierra centro americana", expresó.

   Comentó que los autores "hablamos cantando ... pregones de fruteras, pregones de cerrajeros, pregones de loterías, encendidas conversaciones de cantina entre parroquianos que hablan bajito y que parece que van a sacar el cuchillo pero solo se lamentan de amor perdido".

   "Palabras desoladas que desembocan en las letras de tango y los boleros, donde solloza la poesía callejera; historias cantadas, historias contadas", refirió.

   De acuerdo con Gonzalo Celorio, secretario de la AML, los festejos del tricentenario de la Real Academia Española tendrán tres actividades en Guadalajara, las cuales se extenderán hasta el 3 de diciembre y en la que destaca la presentación de la vigésima tercera edición del Diccionario de la Lengua Española.

ORÍGENES DE LA RAE.

   La Real Academia Española (RAE) se creó en Madrid en 1713, por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco (1650-1725), octavo marqués de Villena, quien fue también su primer director.

   Tras algunas reuniones preparatorias realizadas en el mes de junio, el 6 de julio de ese mismo año se celebró, en la casa del fundador, la primera sesión oficial de la nueva corporación, tal como se recoge en el primer libro de actas, iniciado el 3 de agosto de 1713.

   En estas primeras semanas de andadura, la RAE estaba formada por once miembros de número, algunos de ellos vinculados al movimiento de los novatores.

   Más adelante, el 3 de octubre de 1714, quedó aprobada oficialmente su constitución mediante una real cédula del rey Felipe V. En 1715, después de considerar una serie de propuestas para decidir su lema, la institución, en "una votación secreta, eligió el actual: un crisol en el fuego con la leyenda Limpia, fija y da esplendor", según señala Alonso Zamora Vicente en su Historia de la Real Academia Española (1999).

   La RAE, cuyo principal precedente y modelo fue la Academia Francesa fundada por el cardenal Richelieu en 1635, se marcó como objetivo esencial desde su creación la elaboración de un diccionario de la lengua castellana, "el más copioso que pudiera hacerse".

   Ese propósito se hizo realidad con la publicación del Diccionario de autoridades, editado en seis volúmenes, entre 1726 y 1739, y en cuyos preliminares se incluye una sucinta historia de la corporación.

   En 1715 la Academia, que en sus inicios contaba con veinticuatro miembros, aprobó sus primeros estatutos, a los que siguieron los de 1848, 1859, 1977 y 1993. La Orthographía apareció en 1741 y en 1771 se publicó la primera edición de la Gramática.

   A lo largo de sus trescientos años de historia, un total de veintinueve directores han regido los destinos de la RAE, aunque dos de ellos --Ramón Menéndez Pidal y José María Pemán-- repitieron en su cargo en dos períodos diferentes de sus vidas.