Actualizado 15/08/2016 07:59

Iñárritu, el éxito de la aproximación a lo desconocido

IÑÁRRITU
GETTY

   CIUDAD DE MÉXICO, 15 Ago. (Notimérica) -

    "Existe todo un mundo de gente que pelea por ser relevante día tras día y tú haces como si no existieran. Están pasando cosas en un espacio que prácticamente no sabe quién eres y que tú ignoras" le grita absorta la actriz Emma Stone en el papel de hija de Riggan Thompson, protagonista de 'Birdman' (2014) interpretado por Michael Keaton, cuando se preocupa por su irrelevancia en la sociedad.

   Este diálogo es, quizás uno de los más impactantes de la película que le otorgó a Alejandro Iñárritu el premio óscar a la Mejor Película y al Mejor Director en el pasado 2014. Quizás, también sea una de las mejores frases que pueden definir el cine de este director mexicano que sopla 53 velas este 15 de agosto.

   Conocido como 'El Negro', este guionista, productor, cineasta y, en definitiva, compositor de alguna de las películas más relevantes de estos años nació en Ciudad de México en el seno de una familia humilde que abandonó por el despertar y la aventura para recorrerse Europa y África.

   En más de una ocasión, el realizador ha aseverado que durante estos viajes adquirió algunas de las experiencias que marcan su cinematografía, tanto a nivel personal como profesional. Todos estos conocimientos los ha ido aplicando a su cine, si es que acaso no lo hizo antes en la carrera de comunicación.

   Volvió a Ciudad de México para ingresar en la Universidad Iberoamericana, de manera que el estudio no le llenaba lo suficiente como para resistirse a la práctica y comenzó la dirección de la radio WFM que se convirtió en una de las cadenas más escuchadas por sus retransmisiones de conciertos en vivo y entrevistas a estrellas de la música mundial.

   Fue por entonces cuando Iñárritu se dejó llevar por la música, algo que ha cuidado con especial delicadeza en cada uno de los trabajos que ha presentado. Pero, a pesar del talento radiofónico del realizador, fue unos años más tarde, ya en la década de los 90, cuando se dejó seducir por el cine.

   Fundó 'Zeta Films' junto a su amigo Raúl Olvera en su país nativo, con el objetivo de tentar todas las ramas cinematográficas del cortometraje que van desde la escritura del guión a la dirección. En esta etapa dirigió su primer capítulo piloto de televisión, protagonizado por el cantante y actor español Miguel Bosé, que denominó 'Detrás del dinero' (1995).

   Fue al final de esta década cuando el realizador se lanzó a la experiencia del largometraje, presentando en imágenes un escrito de Guillermo Arriaga llamado 'Amores Perros' (2000) que hoy constituye la primera cinta de una especie de trilogía que despunta en la temática de tramas cruzadas descubiertas de manera no lineal.

   Con esta aproximación también nos acercó la figura de Gael García Bernal, uno de los actores más prolíficos de la cinematografía actual que será homenajeado el próximo mes de septiembre con un premio honorífico al Cine Latino en el Festival de Cine de San Sebastián celebrado en España.

COMIENZAN LOS PREMIOS

   Con numerosos galardones en diferentes festivales de cine, 'Amores Perros' supuso un antes y un después en la historia del cine mexicano. Así, en un intento por seguir dicha estela, Arriaga volvió a ser el guionista de la siguiente película de Iñárritu, '21 gramos' (2003), protagonizada por actores norteamericanos como Sean Penn y Naomi Watts, siendo Benicio del Toro el representante latino de la cinta.

   La encargada de cerrar esta saga fue 'Babel', lanzada en 2005. Situada en 4 países diferentes y en 4 lenguas distintas, el largometraje donde vuelve a contar con Bernal entre sus filas es la mejor representación del entusiasmo por la diversidad cultural que caracteriza las líneas narrativas de su filmografía.

   El éxito 'Babel' se extendió desde lo abstarcto a lo material. La impresionante banda sonora compuesta por el músico argentino Gustavo Santaolalla no hace sino sumar expectación a una cinta donde Brad Pitt y Cate Blanchett bordan, como era de esperar, el papel de un matrimonio hastiado que busca irremediablemente un cambio y lo encuentra de la manera más fría y hostil.

   Porque, sin dudas, eso es lo mejor del cine de Iñárritu. La aproximación al lado más adverso de lo desconocido. La representación de la crudeza sin florituras, el afecto por la policromía de culturas y puntos de vista que se entretejen a partir del nexo común en historias simultáneas tan similares como diferentes entre sí.

   La dureza con la que el realizador pretende acercar lo mundano y terrenal de la sociedad actual no profundizó de la manera correcta con su siguiente título 'Biutiful' (2010). Más discreta que su hermana mayor 'Babel', la cinta se queda en una leve pincelada de la desesperación del personaje principal, a quien pone rostro el actor español Javier Bardem.

   Intenta servir de ejemplo de la verdadera muestra del sacrificio pero se queda solo en una pretensión. A pesar de ello, continúa la misma tendencia estilística de sus anteriores trabajos --de hecho, su banda sonora de nuevo a cargo de Santaolalla suena muy similar a la anterior-- a pesar de que esta vez no tenga el gancho de su excompañero Arriaga.

   El agobio y la desdicha se desinflan conforme transcurre sus más de dos horas de metraje, que se hacen demasiado espesos y tirantes como para mantener la misma tensión que en sus anteriores obras. Quizás, este desapego fuera la mejor forma de abordar su siguiente filme, con el que hemos comenzado este artículo.

ÚLTIMOS TRABAJOS

'La inesperada virtud de la ignorancia' es el acertado subtítulo que recibe 'Birdman'. Con ella, parecía que a Iñárritu se le había ido la cabeza. Modificó completamente su registro: ya no eran calles sucias llenas de autenticidad y evidencias imborrables, ahora la cámara recorría el otro lado del mundo pero, esta vez, de otro tipo de universo.

El espectáculo era el planeta que debía llevarse a la gran pantalla. La motivación desde el aparente "lado bueno" de la orbe, en el que la riqueza y la satisfacción cobran vida en repetidas personalidades con distinto peinado. Lo cierto es que este cambio le vino más que bien. Con ella recaudó millones de dólares en los cines y la comedia negra encontró un imprevisto autor que devolvió a la actuación a Michael Keaton.

   Hollywood tiene una 'Cara B' y es así como el director quiso devorar a un público que define esta película como una versión inclasificable de la relevancia. Para siempre quedarán las dudas acerca de ese falso plano secuencia con algún que otro original truco de etalonaje propuesto por su director de fotografía, Emmanuel Lubezki.

   Sobre 'El Chivo' se ha escrito de todo. Su indudable y trascendental talento para destacar los detalles más hermosos del plano se hace presente en las imágenes que es capaz de retratar. Es uno de los mejores puntos del cine de Iñárritu, ya que tienen el talento de pensar los dos por uno.

   Esto lo sabe muy bien su compañero de profesión mexicano Alfonso Cuarón y el norteamericano Terrence Malick, ya que ambos se sirvieron de la destreza de Lubezki para presentar otros dos memorables títulos: 'Gravity' (2013) y 'El árbol de la vida' (2011), respectivamente.

   Por eso, este famoso director de fotografía, cuyo trabajo es comparado con otros 'titanes' del sector como Robert Richardson o Vittorio Storaro, se unió a la próxima y última cinta de Iñárritu: 'El renacido' (2015). A partir de un largo y cronológico metraje, Leonardo Di Caprio se llevó la honorable estatuilla al Mejor Actor por un trabajo que, en comparación con otros que ha ejercido, no es tan merecido como los demás.

   Las condiciones climatológicas fueron abrumadoras pero eran lo que su realizador y su compinche querían, dar el mayor realismo posible para ser visionado a través de la pantalla. Y lo consigue. Convivimos durante casi tres horas bajo la fría piel de Hugh Glass porque, de nuevo, el propósito de Iñárritu no es presentarnos lo que esperamos sino ir más allá.