Actualizado 24/06/2009 16:29

Ismaíl Kadaré, Príncipe de Asturias de las Letras

MADRID (Reuters/EP) - El escritor albanés Ismaíl Kadaré fue galardonado el miércoles con el premio Príncipe de Asturias de las Letras "por la belleza y el hondo compromiso de su creación literaria", según el acta del jurado reunido en la ciudad española de Oviedo.

"Ismaíl Kadaré narra con lenguaje cotidiano, pero lleno de lirismo, la tragedia de su tierra, campo de continuas batallas. Dando vida a los viejos mitos con palabras nuevas, expresa toda la pesadumbre y la carga dramática de la conciencia", dijo el presidente del jurado, Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española, al leer el acta.

"Su compromiso hunde las raíces en la gran tradición literaria del mundo helénico, que proyecta en el escenario contemporáneo como denuncia de cualquier forma de totalitarismo y en defensa de la razón", agregó.

Kadaré, nacido en Gjirokastra (Albania) hace 73 años, está considerado uno de los grandes autores de la literatura universal. Ha sido candidato al Nobel de Literatura y en el 2005 se llevó la edición inaugural del Man Booker International a la mejor obra de ficción publicada en inglés.

En un comunicado enviado por la Fundación Príncipes de Asturias y fechado en la capital albanesa, el escritor mostró su agradecimiento.

"Estoy muy honrado y agradecido por haber recibido este premio, uno de los más prestigiosos del mundo, así como de estar en una lista de insignes escritores a los que tanto admiro", afirmó.

CONTRA LOS TOTALITARISMOS

Kadaré vivió la Segunda Guerra Mundial, la ocupación de su país por la Italia fascista, la Alemania nazi y la Unión Soviética, hasta la instauración del régimen comunista de Enver Hoxha en Albania en 1944.

A los diecisiete años ganó un premio de poesía en Tirana que le sirvió para ir a Moscú a estudiar en el Instituto Gorki, del que fue expulsado en 1961, tras la ruptura de relaciones entre el país balcánico y la URSS.

En el instituto moscovita escribió "Gjenerali i Ushtrisë së vdekur" ("El general del ejército muerto"), que alcanzó un enorme éxito en Francia y gracias al cual obtuvo una especie de inmunidad en su país, como representante del orgullo nacional, a pesar de no plegarse a los dogmas comunistas.

Se incorporó, forzado por el régimen, al Parlamento albanés entre 1970 y 1982, y en 1990, unos meses antes de la caída de la dictadura, se exilió en París, ciudad en la que reside desde entonces, aunque visita frecuentemente Albania.

Estudioso de la tradición albanesa, analizó distintos episodios de su historia, aunque el tema central de su obra es el totalitarismo, que culmina en "Nëpunësi i Pallati it të Endrrave" ("El palacio de los sueños"), una parábola en la que imagina un país imaginario en el que una inmensa maquinaria controla la vida onírica de los ciudadanos.

Se trata del sexto de los ocho premios que se conceden cada año. Los dos últimos, de Deportes y Concordia, se decidirán en septiembre.

Los galardones, dotados cada uno con 50.000 euros y una escultura de Joan Miró, se entregan en otoño en Oviedo una solemne ceremonia presidida por los Príncipes de Asturias.