LIMA, 28 Mar. (Notimérica) -
Si tenemos en cuenta todas las obras de Mario Vargas Llosa, incluyendo la narrativa, el teatro y los ensayos, suman más de 60 obras completas. Si pudiéramos hacer una media, más o menos exacta, de cuánto ha escrito en su vida, el resultado sería de una al año desde sus 20 años. Hoy cumple 82.
Tras muchos quehaceres políticos, culturales y educativos, Vargas Llosa continúa siendo uno de los principales exponentes de las letras iberoamericanas y uno de los novelistas de habla hispana más importantes del panorama.
El escritor peruano se ha convertido, junto con otros de su tiempo, en uno de los precursores del movimiento literario llamado 'boom latinoamericano' de los años 60. Donde las influencias sociales, la fantasía y la duda en el lector son características esenciales para entenderlo y para entenderlos a ellos, los propios escritores.
El premio Nobel se considera el máximo galardón de las letras universales y se le otorgó en 2010. Le llegó como reconocimiento a su resistencia a la revuelta y a la derrota individual.
Vargas Llosa manifestó con respecto a su producción literaria que "lo que hago, lo que digo, expresa el país en el que he nacido, el país en el que he vivido, de tal manera que el Perú soy yo. Yo le puedo agradecer a mi país, a lo que yo soy, el ser un escritor", señaló el dramaturgo.
Este ha sido siempre su compromiso y agradecimiento con su país, Perú. Durante muchos años fue su lugar de residencia y esto se refleja en la casi totalidad de sus obras ya que si comparamos la fecha de publicación de 'La ciudad y los perros', 'La casa verde', 'La fiesta del chivo' y 'Desafíos de libertad' con su propia biografía, veremos un relación clara entre las dos.
Vargas Llosa posee sus propias armas, su caballo de guerra es su propia vida. El uso en sus novelas de recursos mágicos en el tiempo y la espacialidad, personajes agotados por las injusticias y moralejas políticas, hacen de este autor un novelista para y por la vida. Tal cual se avecine y en todas sus formas.
En el terreno político, su ideario sufrió con los años profundas mutaciones. Con el tiempo se convirtió en un firme defensor del liberalismo y en los años 80 llegó a participar activamente en la política de su país. Impulsor del partido Frente Democrático, Mario Vargas Llosa se presentó como cabeza de lista en las elecciones peruanas de 1990, en las que fue derrotado por Alberto Fujimori.
Decidió entonces trasladarse a Europa y dedicarse por completo a la literatura. En 1993 obtuvo la nacionalidad española y un año después fue nombrado miembro de la Real Academia Española de la Lengua. Mario Vargas Llosa ha sido distinguido, entre otros muchos galardones, con los premios Príncipe de Asturias de las Letras (1986), T.S Eliot (1991) y Cervantes (1994).
