Actualizado 20/11/2015 21:03

Chile inaugura 42 años después la muestra de Rivera, Orozco y Siqueiros

   SANTIAGO, 20 Nov. (Notimérica) -

   El Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile ha inaugurado la muestra 'La exposición pendiente, 1973-2015. Orozco, Rivera y Siqueiros', una exposición conformada por 76 obras de estos tres artistas mexicanos.

   Un total de 169 obras de los mexicanos José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, estaban montadas en el Museo de Bellas Artes antes del golpe de Estado de Chile en 1973, pero fueron retiradas unos días después y enviadas de regreso al país mexicano en avión.

   Un mariachi y un cuerpo de baile recibió a los invitados en la puerta principal del museo, el cual albergará hasta el 21 de febrero de 2016 una parte de la exposición que no pudo ser inaugurada en 1973 debido al golpe de Estado del 11 de septiembre de ese año.

   A la inauguración asistieron el ex embajador de México en Chile y actual subsecretario de Planeación y Evaluación de Políticas Públicas de la Secretaría de Educación Pública de México, Otto Granados Roldán, y el ministro presidente del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Ernesto Ottone, entre otras autoridades.

   Granados Roldán dijo que "ésta es una noche muy especial. Con la inauguración de 'La exposición pendiente' saldamos una asignatura histórica y artística", tras lo cual acotó que se trata de "la mejor" muestra que ha llegado a Chile en su género.

   "Es también una muestra más de la amistad, solidaria y generosa, de México hacia Chile", apuntó el ex diplomático, quien reseñó los fuertes lazos que unen a los dos países desde hace varias décadas, en particular con el exilio chileno en tierras mexicanas tras 1973.

   Agregó que "la combinación de cultura, solidaridad y política, que caracterizó la visión de Chile desde México a lo largo de las décadas de los 60 y 70, explica puntualmente el entorno afectivo que se generó por Chile en círculos mexicanos".

   "Reponer esta colección no era tan solo por una antigua simpatía política, por una vocación estética o un proyecto cultural, aunque fuera expresión de todo ello en su origen", explicó Granados Roldán.

   Indicó que también es "prueba de que el arte ejerce, dentro de un determinado contexto, un raro pero enérgico poder sobre los áridos terrenos de la lucha política y la recuperación de las libertades fundamentales".

   El ministro Ottone señaló por su parte que la apertura de la exposición es el "broche de oro" de la conmemoración de los 25 años de reanudación de las relaciones diplomáticas entre Chile y México, rotas una vez que miles de chilenos salieron al exilio.

   "Esta exposición tiene un valor inconmensurable, no solo por su dimensión estética, que refleja una época inconfundible del muralismo mexicano, sino también por como esta búsqueda de la pintura es expresión de una necesidad urgente de entregar referencias valóricas", comentó.

   Apuntó que la presencia de las obras de los tres artistas mexicanos "constituye el pago de una deuda histórica, el cierre de una historia inconclusa, pero también responde a una potente sincronía con el proceso social que Chile vive en la actualidad".

   Las obras de los tres artistas mexicanos pertenecen a la colección del Museo de Arte Carrillo Gil y a ellas se une el testimonio escrito de Fernando Gamboa, museógrafo y comisario de exposiciones mexicano que era el curador de la muestra en 1973.

   Gamboa relata en grabaciones y documentos los difíciles días que vivió tras el golpe militar del 11 de septiembre de ese año, incluido el asalto al Palacio de La Moneda que observó desde su hotel.