Actualizado 09/04/2014 22:32

Pixar, 25 años evolucionando el cine de animación

Toy Story
Foto: REUTERS

MADRID, 9 Abr. (Notimérica/EP) -

   'Toy Story', 'Monstruos SA', 'Buscando a Nemo', 'Cars' o 'Ratatouille' son solo algunas de las cintas de animación que más éxitos han cosechado en los últimos años, y el trabajo artesanal que esconden queda al descubierto en 'Pixar, 25 años de animación'. Una exposición que, tras triunfar en Nueva York y París, llega a Madrid donde se podrá visitar hasta el próximo 22 de junio en CaixaForum.

   "El arte pone a prueba la tecnología y la tecnología inspira el arte". Con esta frase de John Lassester , director creativo de Pixar, comienza esta muestra en la que el espectador averigua el duro trabajo que se esconde detrás de cada película de esta compañía.

   La tecnología y el arte se dan la mano para confeccionar a Buzz Lightyear y Woody de 'Toy Story', al aventurero pez Nemo o a uno de los protagonistas de 'Montruos SA', Mike Wazowski, porque, además del importante trabajo informático, para elaborar estos personajes se requiere una importante tarea creativa.

    'Pixar, 25 años de animación' permite al visitante descubrir la evolución que cada una de estas películas experimentaron hasta que llegaron a la gran pantalla y muestra el enorme desarrollo que ha alcanzado el cine de esta compañía en los últimos 25 años.

   El conocido personaje de 'Monstruos SA' Mike Wazowski, caracterizado por su color verde, fue en los comienzos del proceso creativo de color rojo y gozaba de pequeñas manchas por todo su cuerpo, mientras que la pequeña Boo, protagonista de esta conocida cinta, en un principio tenía gafas y el pelo alborotado.

   "Es imprescindible que la historia funcione. Lo que me entra en el corazón, el alma y el cerebro se transforma en la narración. El contenido emocional es lo que al final baja por el brazo, sale por las manos y termina en el papel", defiende el diseñador de producción, Ralph Eggleston, en la muestra.

   Se trata, según queda recogido en la exposición, de crear un mundo imaginario con el adecuado realismo. Y de hecho, al diseñar los personajes tratan de captar la esencia de una persona real. Así ocurrió, por ejemplo, en 'Los Increíbles', que fue el primer proyecto de Pixar con protagonistas humanos o en una de las últimas cintas de esta compañía, 'Wall-E', en la que los personajes poseen tanta expresividad gestual que se hacen innecesarios los diálogos.

   "Siempre había pensado que para crear una buena película de animación hacían falta tres cosas: contar una historia emocionante, poblarla de personajes atrayentes y memorables y situar esa historia emocionante y a esos personajes memorables en un mundo creíble. Si logras hacer bien esas tres cosas, el público se dejará llevar y se divertirá", argumenta Lassester.

   De hecho, 'Monstruos SA' acerca una de las convicciones del imaginario infantil: La creencia de que hay monstruos en el armario; mientras que 'Bichos' está inspirada en cuento de 'La Cigarra y la Hormiga'; y 'Buscando a Nemo' surgió después de que su director, Andrew Stanton, diese un paseo cerca del mar con su hijo.

   Una muestra que permite descubrir al espectador cómo fueron los orígenes del cine de animación a través de un zoótropo de grandes dimensiones, en el que los muñecos estáticos acaban cobrando vida. Al mismo tiempo que queda al descubierto las técnicas, los bocetos y el enorme trabajo que se realiza antes de que una de estas cintas llegue a la gran pantalla.