Publicado 21/04/2014 23:46

Silvio Rodrígez publica una carta para García Márquez

El trovador Silvio Rodríguez
ENRIQUE DE LA OSA / REUTERS

BOGOTÁ, 21 Abr. (Notimérica/EP) -

El cantautor cubano Silvio Rodriguez, uno de los iconos del movimiento musical de la Nueva Trova Cubana, ha escrito una carta al fallecido escritor colombiano García Márquez en la que recuerda su relación con el célebre autor.

"No recuerdo dónde lo conocí", comienza diciendo el artista que, sin embargo, sí que conserva en su memoria como 'Cien años de soledad' se encontraba entre la treintena de libros que llevaba cuando se embarcó en 1969 en el Playa Girón con un grupo de pescadores; una aventura que daría lugar a la famosa canción que lleva el nombre del barco.

El artista ha rememorado en su escrito "un 31 de diciembre" cuando Gabo le invitó "a una fiesta en la que estaban su amigo Fidel Castro y el actor norteamericano Gregory Peck" y ha recordado como se sintió "desubicado" conversando "con aquellos gigantes", en la carta publicada en su blog 'Segunda cita'.

Además, el cubano ha recordado la primera vez que estuvo en la casa en México del Premio Nobel. "Allí constaté que, tal y como se decía, sobre su mesa de trabajo había un florero con una rosa amarilla. Creo que fue la primera vez que vi una rosa que parecía un sol. O la primera que reparaba en ella, iluminada por la mitología en torno al genio literario".

En ese encuentro ambos artistas conversaron sobre música clásica, pero también sobre vallenato y cumbia; temas en los que Gabo era experto, según asegura el cantautor. "Finalmente me obsequió dos casetes, con selecciones personales. Aquellas cintas no me duraron mucho, porque le comenté a una periodista que las tenía y se las llevó, jurando muchas veces que sólo las quería para copiarlas y que enseguida me las devolvería", ha relatado.

Además, Silvio Rodríguez ha rememorado la especial circunstancia "de haber tomado un vuelo en el que sólo iba otro pasajero". En aquel avión "que daba tumbos y bajones" el escritor le confesó "que a veces se le ocurrían ideas que no daban para novelas o cuentos, y que posiblemente eran canciones".

"En todo momento fui consciente de la fatalidad de que aquel encuentro ocurriera en circunstancias tan adversas, porque los incesantes sobresaltos no me permitían estar todo lo atento que deseaba. Luego, en Cancún, se llenó el avión, los cielos se aplacaron y el viaje dejó el misterio atrás", ha explicado Silvio Rodríguez.

De los muchos encuentros y detalles que recuerda el cantautor en su carta, conserva la imagen "sonriente" de Gabo, siempre "gozando de la vida".

"A lo mejor en la voluta de una idea que la insondable alquimia de su talento dejará en una ínfima reseña, algo que ni siquiera llegará a ser canción: acaso un insecto posado en un mantel, la pintura vahída de un bote surcando el río Magdalena, la nota disonante de un triste amolador de tijeras. Seguro así me sentiré alguito menos huérfano" ha expresado el artista.