Actualizado 16/05/2014 02:11

ACTUALIZA 3-Brasileños queman neumáticos y bloquean avenidas en protesta contra el Mundial

(Actualiza con fin de huelga policial y disturbios)

Por Nacho Doce

SAO PAULO, 15 mayo, 16 May. (Reuters/EP) -

- Manifestantes enfurecidos por el costo del Mundial quemaron el jueves neumáticos cerca de la Arena Corinthians de Sao Paulo, el estadio de 450 millones de dólares donde se inaugurará el torneo el próximo mes.

La imagen de cientos de militantes gritando consignas contra el Mundial en las puertas de un estadio es una pesadilla para la presidenta Dilma Rousseff, que pretende utilizar el torneo para mostrar la nueva estatura de Brasil como potencia emergente.

Pero las manifestaciones y bloqueos de avenidas del jueves en Sao Paulo, Río de Janeiro y otras ciudades de Brasil fueron un recordatorio de la frustración de muchos con los millonarios gastos para el Mundial en un país que carece de educación, salud y transporte público de calidad.

"¡Queremos casas nivel FIFA!", gritaban los integrantes del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) entre columnas de humo negro cerca de la Arena Corinthians, en donde Brasil y Croacia abrirán el Mundial el 12 de junio.

Las protestas del jueves buscan resucitar la gigantesca ola de manifestaciones durante la Copa Confederaciones de fútbol el año pasado, que derrumbaron la popularidad de Rousseff.

Sindicalistas y movimientos sociales bloquearon algunas de las principales autopistas de acceso a Sao Paulo, empeorando el tráfico habitualmente caótico de una de las mayores ciudades del mundo.

Pequeños grupos destrozaron comercios y agencias bancarias en el centro de Sao Paulo, donde chocaron con la policía. Al menos 20 manifestantes fueron detenidos.

En Brasilia integrantes del MTST invadieron las oficinas de la empresa que construyó el estadio Mané Garrincha, el más caro del Mundial con un costo total de 900 millones de dólares. Los ocupantes fueron desalojados por la policía.

HUELGAS Y SAQUEOS

Los preparativos fueron ensombrecidos por retrasos en la construcción de los estadios, sobre facturación de las obras y sospechas de corrupción.

Trabajadores y movimientos sociales aprovecharon la cercanía del Mundial para presionar por demandas que van desde aumentos salariales hasta viviendas populares.

En Recife, una de las 12 sedes del Mundial en el nordeste de Brasil, policías levantaron en la noche del jueves una huelga de tres días que desató saqueos y sumió la ciudad en el caos.

La protesta para reclamar un aumento salarial de un 50 por ciento terminó después de que el Gobierno desplegó al Ejército para reestablecer el orden. Más de 230 personas fueron detenidas durante las últimas 24 horas. La televisión mostró imágenes de hombres cargando una lavadora robada en una motocicleta.

En Río de Janeiro, donde será disputada la final del Mundial el 13 de julio, la policía utilizó gas pimienta para disolver bloqueos de avenidas. La segunda ciudad de Brasil corre riesgo de congestionarse si funcionarios ferroviarios van a la huelga por 48 horas esta semana.

Millones de brasileños salieron el año pasado a las calles durante la Copa Confederaciones, derrumbando la popularidad de Rousseff.

Con las elecciones en octubre, otro resbalón en los sondeos durante el Mundial podría resultar fatal para la reelección de la presidenta.