RIO DE JANEIRO, 18 Jun. (NOTIMÉRICA/EP) -
España y Chile se enfrentan este miércoles en el estadio de Maracaná, en Rio de Janeiro, pero antes de conocer el resultado del partido quedó claro que la afición chilena es la gran ganadora, con decenas de miles de aficionados, muchos de los cuales han llegado por carretera en caravanas organizadas.
La playa de Copacabana, punto de encuentro de las aficiones durante el Mundial de Fútbol, ha cambiado el color albiceleste de los argentinos de la semana pasada por el rojo chileno, presente en las camisetas, banderas y hasta en las autocaravanas aparcadas en el paseo marítimo. En la víspera del partido, el dominio del país andino en las calles es absoluto.
"Fue una aventura, cinco días de viaje, se nos descompuso el auto, tuvimos que parar* Pero fue increíble, desde Santiago salieron más de 1000 coches juntos", explicaba Cristian Angulo en declaraciones a Notimérica. Aunque aún no hay datos oficiales se calcula que alrededor de 30.000 chilenos han llegado a Rio, muchos de ellos sin alojamiento.
La mayoría ha decidido viajar a última hora y no tiene entradas para el partido. Es el caso de Cristian Pérez, que tras 70 horas de coche intentará comprar una en la reventa pagando 1000 dólares "como máximo". Asegura que vale la pena y aunque confía en las posibilidades de Chile dice tener mucho respeto por España, porque la abultada goleada ante Holanda fue, en su opinión, "una mala noche".
Frente a los numerosos hinchas chilenos, que no paran de corear "Chi, chi, chi, le, le, le, viva Chile!", llama mucho la atención la ausencia de españoles. Alex Aznar y Dani Mena ya estuvieron en el Mundial de Sudáfrica de hace cuatro años y son dos de los escasos aficionados llegados desde España. Confían en la victoria y se muestran sorprendidos por lo llena que está la ciudad. "Hemos hecho seis horas de cola para ver el Cristo Redentor", apunta Mena.
POCA AFICIÓN ESPAÑOLA
A falta de españoles, hijos de españoles como los venezolanos Eugenio y Francisco Freire, que siguen a 'La Roja' desde el primer partido en Salvador y tienen entradas para todos los partidos, convencidos de que España llegará a la final. "De momento estamos disfrutando de Rio, hay muy buen ambiente, todo muy divertido. No se ve nada del conflicto que nos esperábamos antes de venir", ha apuntado Francisco, confesando que más que por el fútbol han venido a pasárselo bien.
La escasez de aficionados españoles tiene sus daños colaterales, como la venta de banderas. El argentino Elvis Bravo lleva dos meses en Rio y dice que no ha vendido ninguna a ningún español: "Hay muy pocos, y los que hay quieren pagar menos", lamenta, y añade: "La verdad es que me extraña que no hayan venido más. Si es por la situación económica de España se entiende, pero si es por falta de confianza en el equipo no lo entiendo, la verdad".