Publicado 16/06/2014 23:08

ANALISIS-MUNDIAL-Argentina gana en el inicio, pero desorienta con sus dos caras

Por Marcelo Androetto

BELO HORIZONTE, 16 jun, 16 Jun. (Reuters/EP) -

- La selección argentina, que mostró dos facetas totalmente distintas en la victoria del debut 2-1 sobre Bosnia, enfrenta el dilema de dónde colocar el acento de cara a lo que viene en el Mundial.

El estadio Maracaná no vio una Argentina sino dos: la del primer tiempo con un esquema muy conservador, y la del segundo, con un dibujo que deja más contentas a sus máximas estrellas.

Pero ninguna de las dos versiones terminó de redondear una actuación convincente ante un equipo que debutaba en los Mundiales.

El esquema que mostró el equipo en el primer tiempo, con cinco defensores y Fernando Gago y Gonzalo Higuaín haciendo banco, nació más de un miedo autoimpuesto -que Bosnia le robara la pelota- que de lo que realmente se esperaba del conjunto europeo.

El entrenador Alejandro Sabella, quizá influido por los problemas que Croacia le presentó a Brasil o porque en definitiva el dibujo 5-3-2 es su preferido, optó por dejar de lado el esquema que llevó a su equipo a ganar la eliminatoria sudamericana con comodidad.

"Con la entrada de Higuaín y con el desenganche de (Angel) Di María pudimos plasmar el fútbol que nos ha caracterizado durante las eliminatorias. Por una disposición mía jugamos distinto en el primer tiempo", destacó el técnico.

Argentina salió a la cancha con un esquema que hinchas y periodistas no esperaban ver hasta bien avanzado el torneo, si a la "albiceleste" le toca enfrentar a las potencias. Pero el entrenador adelantó el cambio, seguramente pensando en qué hacer si les toca jugar siete partidos.

Sin Higuaín en cancha, Angel Di María, Sergio Agüero y hasta el mismo Lionel Messi lucieron perdidos.

El resultado fue un equipo timorato, sin juego ni llegada al arco rival y no necesariamente más sólido atrás. Como el mismo Sabella asumió con hechos -los cambios en el entretiempo-, y con palabras -en la rueda de prensa posterior- había leído mal las señales.

"MAS QUE RETOQUES"

Las cosas cambiaron en el segundo tiempo. Con el delantero del Napoli como punta y Fernando Gago como abastecedor, el viejo orden de las eliminatorias quedó restaurado.

Y Argentina, en lugar de focalizarse en el miedo al rival, volvió a apostar por meterle miedo a los demás, confiando en su notable potencial de ataque. Pese a que su actuación no terminó de convencer, la imagen mejoró radicalmente.

"El técnico cambió el sistema en el segundo tiempo, es más que un par de retoques. El 4-3-3 es la manera de jugar que nosotros tenemos, a la que estamos más acostumbrados", dijo tras el partido Javier Mascherano, dueño indiscutido del centro del campo si no está Gago.

Con esos ingresos, el circuito de juego volvió a funcionar y llegó el premio: el golazo de Messi, con una jugada vista infinidad de veces en el Barcelona, para que Argentina volviera a mostrar rasgos del equipo candidato al título del que todos hablan.

"Hicimos un gran segundo tiempo, tuvimos la pelota y creamos ocasiones, así tenemos que jugar, como en el segundo tiempo", dijo Messi el domingo tras la victoria en el debut.

"Nos gusta más (jugar así) porque hay más opciones de salir de contra y dar pases. Por ahí sufrimos un poco más pero a los delanteros nos favorece", agregó.

Pero pese a las dudas que dejó el equipo, Argentina se llevó lo que fue a buscar a Río de Janeiro: los tres puntos.

Además, Messi mostró que no piensa irse de Brasil con las manos vacías -su enloquecido festejo de gol mostró que se sacó un gran peso de encima-, y Sabella demostró flexibilidad para cambiar.

Si Sabella todavía dudaba sobre esquemas y nombres, sus propios jugadores le demostraron que a riesgo de perder el equilibrio en la mitad de la cancha, a Argentina no le queda otra que salir a arrollar a sus rivales para poner fin a las tres décadas de frustraciones y levantar la Copa del Mundo por primera vez desde 1986.

Ahora resta ver si cambiará el esquema, o cuándo lo hará.