Por Javier Leira
SAO PAULO, 10 Jul. (Reuters/EP) -
Tras entrar a la cancha con la difícil tarea de reemplazar al lesionado Angel Di María, el mediocampista argentino Enzo Pérez fue el valor más destacado de la victoria del miércoles frente a Holanda.
Y no sólo eso. El jugador del Benfica aportó a Argentina el equilibrio que el entrenador Alejandro Sabella reclamaba hace días, sin suerte.
"Di María es un jugador importantísimo", había dicho Sabella antes del partido en el Arena Corinthians de Sao Paulo. "Aporta desequilibrio, desdoble del mediocampo hacia adelante, un juego asociado con Lionel Messi muy importante", agregó.
"Enzo es un jugador de carácter diferente", explicó. "Menos desequilibrante pero con mucha dinámica, recorrido, que ocupa bien los espacios".
Argentina derrotó a Holanda en los penales tras 120 minutos sin goles de un partido por momentos bastante aburrido y disputará el domingo ante Alemania su primera final en 24 años.
Y Pérez fue uno de los responsables.
"Yo no caigo (no lo creo) (...) estar ahora a un partido de hacer algo histórico, creo que no encontramos la dimensión o yo particularmente no encuentro la dimensión de lo que estoy viviendo", sostuvo Pérez tras el encuentro.
"A las semifinales llegaron las mejores selecciones del Mundial, es muy importante lo que hicimos hoy, muy meritorio. El equipo supo manejar los tiempos del partido, cuando se tuvo que sufrir se sufrió, cuando se tuvo que jugar se jugó y cuando se pudo atacar también lo hicimos", afirmó.
Aunque no había jugado ni un minuto en los primeros cuatro partidos de Argentina, Pérez entró en escena tras la lesión de Di María a los 33 de la victoria contra Bélgica en cuartos de final.
Su convocatoria causó cierta sorpresa en Argentina, pero Sabella volvió a ponerlo el miércoles en el lugar de Di María, creando un mediocampo de tres jugadores con características defensivas para evitar sorpresas del rápido ataque holandés.
Y en un partido en el que Lionel Messi no brilló y Gonzalo Higuaín no marcó, Pérez volvió a llamar la atención.
Durante sus 81 minutos en la cancha, Pérez fue un notable valor para Argentina, subiendo y bajando incansablemente. Fue además el motor de un mediocampo que logró contener a Holanda durante largos pasajes del encuentro y habilitó a Higuaín en dos oportunidades.
"En el primer tiempo Enzo varias veces desequilibró por derecha, a la espalda del carrilero y un central de ellos. Hizo un gran trabajo, que generó un gran desgaste", sostuvo Sabella tras el partido.