Actualizado 09/06/2010 18:13

Argentina.- Los hinchas argentinos deportados de Sudáfrica regresan a Buenos Aires insultando a la prensa


BUENOS AIRES, 9 Jun. (Reuters/EP) -

Los diez hinchas violentos argentinos deportados de Sudáfrica antes del inicio el Mundial de fútbol, llegaron al aeropuerto internacional de Buenos Aires con los rostros tapados e insultando a los periodistas que los esperaban.

El grupo de "barras bravas" proveniente de Angola salió corriendo de la plataforma aérea, esquivando las cámaras de televisión y a los reporteros que intentaron conseguir algún testimonio.

Según los medios locales, entre los deportados se encontraba Sergio 'Flay' Roldán, jefe de la 'barrabrava' de San Martín de Tucumán, que iba a ser detenido por las autoridades por haber violado su libertad condicional.

Roldán, que no pudo ser identificado entre el grupo de hinchas violentos, había sido condenado a ocho años de prisión por su vinculación con la muerte de un joven de 13 años del club Atlético de Tucumán en el 2004.

De acuerdo a los informes locales, la jueza María del Pilar Prieto, que interviene en la causa, dijo que Roldán deberá "terminar de cumplir su condena además del año y medio de libertad condicional que ha violado con este viaje".

"Nos robaron (...) voy a denunciar a todos (los periodistas) los que hablaron desde aquí", gritó uno de los hinchas violentos antes de subirse a una lujosa camioneta que lo aguardaba en una calle lateral del aeropuerto.

Otros dos fueron deportados el martes desde Sudáfrica, después de que la policía de ese país recibiera ayuda de la argentina para tratar de identificar y expulsar a los hinchas con antecedentes por violencia en eventos deportivos.

Se espera que unos 250 hinchas estén en Sudáfrica para alentar a la selección argentina durante el Mundial que se inicia el viernes.

Varios de esos grupos violentos ya se encuentran alojados en la escuela pública Christian Progress College de Pretoria, donde los visitantes dormirán en colchones tirados en las aulas y comerán en el salón principal.

El colegio, que en su interior se encuentra adornado con banderas de los clubes a los que pertenecen, está fuertemente custodiado en sus alrededores por fuerzas policiales.