BERLÍN, 18 Oct. (Reuters/EP) -
El exfutbolista alemán Franz Beckenbauer, quien encabezara el comité organizador del Mundial 2006, ha rechazado las informaciones que apuntan a la creación en el año 2000 de un fondo para sobornos con los que habrían comprado votos para lograr la elección de Alemania como sede mundialista.
"Nunca di dinero a nadie para comprar votos y que Alemania lograra la organización del Mundial del 2006. Y estoy seguro de que ningún miembro de aquella candidatura hizo algo por el estilo", dijo a través de un comunicado la mítica estrella del fútbol alemán.
La revista alemana 'Der Spiegel' fue quien el pasado viernes destapó el supuesto escándalo, con una información que alegaba la creación de un fondo en el año 2000 con 6,7 millones de euros --un préstamo realizado por el que fuera jefe de Adidas Robert Louis Dreyfus--, el cual habría sido utilizado para pagar sobornos a delegados de la FIFA y así ayudar a la candidatura alemana a albergar el Mundial.
'Der Spiegel', citando documentos internos de la DFB, aseguraba también que Beckenbauer, jefe del comité organizador alemán, conocía la existencia de ese fondo, así como el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Wolfgang Niersbach, quien era el vicepresidente entonces de la candidatura alemana. Niersbach rechazó estas acusaciones el pasado sábado al tiempo que anunció medidas legales contra la revista.
La DFB anunció el mismo viernes, cuando el magacín saltó con la noticia, que en su investigación no hay indicios de malas artes en el proceso del Mundial 2006, pero sí desveló que estaba estudiando el pago y su posterior uso de 6,7 millones de euros por parte de la FIFA para un programa cultural durante la cita mundial alemana. 'Der Spiegel' apuntó que ese pago fue el ajuste de cuentas por el préstamo que Louis-Dreyfus concedió para la creación del mencionado fondo para sobornos.
El pasado mes de mayo se destapó la investigación del mayor escándalo en los 111 años de la historia de la FIFA cuando 14 personas, miembros del organismo que rige el fútbol mundial y ejecutivos de marketing deportivo, fueron acusados en Estados Unidos de latrocinio, lavado de dinero y fraude electrónico, por su relación con tramas de sobornos que se prolongaron durante décadas.