Publicado 10/02/2014 23:47

Diagnostican muerte cerebral a camarógrafo herido en protesta en Brasil

Por Paulo Prada

RIO DE JANEIRO, 10 feb, 10 Feb. (Reuters/EP) -

- Un camarógrafo de televisión brasileño fue diagnosticado el lunes con muerte cerebral en un hospital de Río de Janeiro, cuatro días después de que un artefacto explosivo arrojado por un manifestante lo golpeara en la cabeza.

Su muerte, la primera en Brasil este año derivada de las manifestaciones que amenazan con opacar el Mundial de fútbol que comienza en junio, subraya el desenfreno y la violencia que caracterizan a las pequeñas pero continuas marchas que comenzaron con una serie de masivas protestas en el 2013.

Santiago Ilídio Andrade, un camarógrafo de 49 años de la cadena televisiva Bandeirantes, estaba filmando una protesta por un aumento en las tarifas de buses en Río cuando fue alcanzado por un proyectil que un manifestante arrojó desde una botella colocada en el suelo.

Fotografías y videos de la trayectoria del proyectil llenaron las portadas de periódicos y la cobertura de noticias en Brasil desde el día de la protesta.

Mientras Andrade era tratado por pérdida de sangre y lesiones en el cráneo en un hospital de Río, la policía buscaba al manifestante que lanzó el artefacto explosivo, quien estaría afiliado a un grupo de jóvenes militantes opositores al Gobierno.

El fin de semana, la policía arrestó a un joven visto en fotos sosteniendo el cohete para que otro manifestante lo encendiera. Según medios locales, el hombre dijo que no conocía al otro manifestante, pero lo reconoció de protestas previas.

Con partidos del Mundial programados en Río y otras 11 ciudades y una elección presidencial poco después del torneo, el Gobierno brasileño está prestando atención a las manifestaciones y los problemas que podrían causar si se vuelven más grandes y más violentas.

Personas familiarizadas con las tácticas del Gobierno dicen que las fuerzas de seguridad están interceptando correos electrónicos y revisando redes sociales de quienes los sospechosos de incitar a la violencia en las protestas.

El lunes, la presidenta Dilma Rousseff ordenó a la policía federal que ayude a las autoridades de Río de Janeiro a investigar el episodio que derivó en la muerte de Andrade.

El año pasado, más de un millón de personas tomaron las calles en manifestaciones generadas por un aumento de tarifas en el transporte público. En aquel momento, aprovecharon la Copa Confederaciones para denunciar problemas económicos, aumentos de precios, corrupción y el mal estado de los servicios públicos.

Aunque las manifestaciones continuaron, su escala ha disminuido a medida que aumentó la presencia de militantes violentos que empezaron a usar los eventos para destruir propiedades, provocar a la policía y desestabilizar las protestas,

Al menos seis brasileños perdieron la vida durante las protestas llevadas a cabo en el 2013.