Por Greg Stutchbury
WELLINGTON (Reuters/EP) - Los organizadores de la Copa del Mundo de rugby del 2011 podrían enfrentar pérdidas mayores de las que esperaban pero aún es demasiado pronto para estar seguros, dijo el martes jefe ejecutivo del torneo, Martin Snedden.
La federación local sólo tiene permitido quedarse con los ingresos por venta de boletos, ya que la International Rugby Board (IRB) retiene todos los ingresos generados comercialmente al igual que una tarifa por alojamiento de 150 millones de dólares de Nueva Zelanda (104,3 millones de dólares).
Inicialmente se proyectó que el torneo del 2011 sufriría una pérdida operativa de 30 millones de dólares, pero la recesión mundial y la incertidumbre que rodea los ingresos por boleto implican que la cifra podría aumentar una vez que el proceso presupuestario haya sido completado.
Cuando faltan dos años para que el torneo comience en Auckland, medios locales han reportado que la pérdida, que será financiada por el Gobierno y la New Zealand Rugby Union, podría aumentar a 40 millones de dólares neozelandeses.
"No estamos en la posición de confirmar eso aún", dijo Snedden a Reuters en una entrevista telefónica desde Auckland, donde añadió que los organizadores aún estaban trabajando en el presupuesto.
"Donde estamos un poco expuestos es en los ingresos. Estamos tratando de hacer nuestro mejor cálculo aproximado sobre cómo se ajustará eso", indicó.
"Estamos manteniendo un enfoque muy conservador en nuestros ingresos por boletos. Podría significar que una vez que terminemos esto podría ser un poco más bajo que con lo que empezamos", añadió.
Snedden dijo que la mayor incertidumbre en los ingresos era el reajuste proyectado de los boletos por los neozelandeses, con alrededor de un tercio de los partidos siendo catalogados como "premium" y fijando "precios internacionales" para ellos.
Los precios de los boletos para esos partidos serían similares a los de Francia 2007, con el costo promedio variando desde 350 dólares neozelandeses para los cuartos de final a 800 dólares de neozelandeses para la final.
Los organizadores proyectaron que los ingresos por boletos obtenidos por los 48 partidos durante el torneo que se disputará entre el 9 de septiembre y el 23 de octubre será de 280 millones de dólares de Nueva Zelanda.
Mientras que los precios y los paquetes aún deben ser aprobados por la IRB, Snedden dijo que los organizadores permitirían a los fanáticos pagar por sus paquetes de boletos dentro de más de seis meses sin cobrar intereses.
(1 dólar = 1,438 dólares de Nueva Zelanda)