Por Alan Baldwin
LONDRES (Reuters/EP) - Los aficionados alemanes a la Fórmula Uno, esos que invaden el circuito de Nürburgring con sus autos y camionetas cargadas de cerveza y salchichas en cada gran premio de su país, querrán saborear el éxito de su compatriota Sebastian Vettel este fin de semana.
La fiesta realmente comenzará si, como esperan los seguidores locales, el piloto de Red Bull, de 22 años, se convierte en el primer teutón en ganar el Gran Premio de Alemania desde que el siete veces campeón Michael Schumacher lo hiciera antes de retirarse en el 2006.
Al igual que Schumacher, quien fue el corredor alemán más talentoso de la era moderna, Vettel es un ganador. Es joven, veloz y confiable con sus pies sobre suelo mojado. Además, es vecino de su compatriota por vivir en Suiza.
Sin embargo, en muchos aspectos, el simpático joven oriundo de Heppenheim tiene más en común con el extrovertido campeón mundial de MotoGP, el italiano Valentino Rossi, que con Schumacher, alguien con el que odia ser comparado.
Vettel, el único piloto además del líder Jenson Button que logró ganar carreras en la actual temporada, tal vez haya llevado el apodo de "Pequeño Schumi" al inicio de su carrera, pero nunca fue descrito como un típico piloto alemán.
Vettel tiene una inclinación por el humor británico, desde Monty Python a Little Britain, pasando por la jerga de los habitantes del East End londinense y llegando ocasionalmente al acento de Birmingham.
El integrante del equipo Red Bull expresó incluso un poco de arrepentimiento en junio por no haber sido un inglés al momento de ganar en Silverstone ante un público apasionado.
En sus primeros días como infantil en la Fórmula BMW, el alemán se mostraba en lo más alto de los podios con pelo afro y anteojos de sol. Desde entonces, Vettel mantiene aquella excentricidad natural y su sonrisa pícara cuando sube al podio en la F1.
"Soy quien soy", resumió Vettel antes del inicio de esta temporada. "No intento ser nadie más ni actuar de ninguna manera. Siempre he sido el mismo idiota", agregó.
DIAMANTE EN BRUTO
En Malasia, habló como un colegial cuando describió la manera en que se sobrepuso a las condiciones húmedas y agobiantes dentro de su monoplaza: "Tengo una bolsa con hielo adentro y la pongo cerca de mis bolas, así me siento fresco y bien".
Cuando se le preguntó el año pasado por qué tenía una novia normal (cuya madre es de ascendencia inglesa) si podía actuar como un piloto de F1, contestó: "Nunca fui el tipo de hombre que cambia su mujer como su ropa interior".
Vettel tiene un enfoque a la antigua del negocio del automovilismo. Sigue sin un representante, negociando sus propios acuerdos y hablando por sí mismo.
Considerado al inicio de su carrera como un diamante en bruto, en particular en el 2007 cuando chocó a su compañero en Red Bull, el australiano Mark Webber, mientras estaba en la segunda posición en una carrera, actualmente le está sacando brillo a un auto en el que demuestra su capacidad.
"No soy realmente aficionado a estos trucos psicológicos y de pensamiento", respondió cuando se le preguntó sobre la importancia de haber vencido a Button frente a su propio público el mes pasado.
"Todo lo que intento es sacar lo mejor del automóvil en cada momento, cada vuelta, y trato de hacer lo mejor que puedo", añadió.
Eso también puede fallar, como le sucedió en Melbourne en marzo, cuando chocó al intentar defender el segundo puesto ante el polaco Robert Kubica.
CINCO ALEMANES
Si no hay accidentes en las clasificaciones, Alemania tendrá el domingo cinco pilotos en la línea de salida, más que cualquier otro país. Pero Vettel es el único que ha ganado alguna carrera entre ellos.
Nick Heidfeld, de BMW-Sauber, está luchando por mejorar; Adrian Sutil, de Force India, aún no han conseguido un punto; Nico Rosberg, de Williams, no ha superado el quinto lugar esta temporada en ocho carreras y Timo Glock, de Toyota, sigue persiguiendo a los líderes.
Vettel, el más joven de todos, compite en un monoplaza rápido que se ve cada vez más en condiciones de equiparar al del líder Brawn GP, aun cuando se encuentra a 25 puntos de Button y cuando restan nueve pruebas para el final del año.
Con tres carreras ganadas, el joven que corrió go-karts de niño en la pista de Schumacher en Kerpen, cerca de Colonia, ya se ubica como el tercero más exitoso desde el inicio de la F1.
Schumacher está en la estratosfera con 91 victorias, pero Vettel podría pronto tener más triunfos en su haber que todos los otros alemanes juntos.
Ralf Schumacher, el segundo piloto alemán más exitoso, abandonó la F1 en el 2007 con sólo seis victorias en 11 temporadas completas. Vettel ha disputado 34 desde que debutara con BMW en 2007, antes de pasar rápidamente a Toro Rosso, con quien ganó en Italia el año pasado.
Vettel, el piloto más joven en ganar una carrera de F1, en conseguir puntos y una pole position, tiene el tiempo de su lado, pero el alemán siempre ha hecho las cosas de prisa.
Se convirtió en el piloto más joven en liderar una carrera de F1 tras hacerlo en su debut en la competencia en el Gran Premio de Estados Unidos, cuando sólo tenía 19 años y 349 días.
El domingo intentará continuar marcando récords, sumando dos victorias consecutivas para un equipo que antes de que el alemán llegara no había ganado nada.