BLOEMFONTEIN, Sudáfrica (Reuters/EP) - La selección estadounidense de fútbol está preparada para combatir el cansancio y la frustración el miércoles en una semifinal de la Copa Confederaciones ante España en la que el rival es el claro favorito para pasar de ronda.
"Estamos muy entusiasmados de seguir en este torneo pero ha sido muy cansador", dijo el martes el capitán de Estados Unidos, Landon Donovan, en rueda de prensa en Bloemfontein.
"Es un gran reto de todas maneras. Es un partido en el que sabemos que dominarán la posesión y gran parte de jugar contra ellos es no sentirse frustrado (...) Por otro lado, necesitamos intentarlo y ponerles bajo presión y ver como reaccionan", añadió el futbolista de 27 años.
En términos de calidad, no hay ningún equipo mejor que España. El campeón de Europa ha alargado su racha hasta alcanzar el récord de 15 victorias consecutivas, luego de tres fáciles triunfos en la fase de grupos.
Estados Unidos perdió sus dos primeros partidos contra Italia y Brasil, pero tuvo una inesperada recuperación para ganarle 3-0 a Egipto en el último partido del Grupo B disputado el domingo y que le dio la clasificación para las semifinales al haber marcado más goles que el campeón del mundo.
"Es un gran logro haber llegado a este punto", sostuvo Donovan.
El entrenador de Estados Unidos, Bob Bradley, espera que España le plantee muchos problemas a su equipo.
"Mueven el balón muy rápido, mantienen la posesión bien y tienen grandes jugadores", dijo Bradley.
"Pero somos capaces de presionar su defensa. Tomaremos un buen plan de juego que completaremos con el esfuerzo de los jugadores para ganarles", agregó.
Bradley dijo que el portero Tim Howard podría volver al equipo titular después de que le diera la oportunidad a Brad Guzan de jugar contra Egipto. El defensa Carlos Bocanegra no está todavía seguro de tener un lugar en la alineación a pesar de haber vuelto a los entrenamientos tras una lesión.
El ganador de este partido avanzará a la final que se jugará el domingo en Johannesburgo. Allí se medirá con el vencedor del encuentro del jueves entre Brasil y el local Sudáfrica.
El partido por el tercer puesto se jugará el domingo en Rustenburg.