Por Mike Collett
RIO DE JANEIRO, 20 Jun. (Reuters/EP) -
- La selección española de fútbol, campeona del mundo y de Europa, vapuleó el jueves como se esperaba 10-0 a Tahití, que más allá de la goleada sufrida por el Grupo B de la Copa Confederaciones salió del campo de juego entre aplausos tras una digna actuación.
En el partido disputado en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro, España se impuso con cuatro goles de Fernando Torres -que además marró un tiro penal-, tres de David Villa, dos de David Silva y uno de Juan Mata.
El resultado fue como se esperaba, aunque Tahití salió del choque con su dignidad intacta y su reputación en alza tras una actuación en la que mostró una gran deportividad. El equipo perdedor se mostró combativo hasta el final y contó con el apoyo constante de la grada.
"Es un claro ejemplo de cómo hay que jugar al fútbol", dijo Torres al canal español Telecinco, elogiando al rival.
Al ser consultado sobre si no pensaron en aflojar el ritmo, el delantero del Chelsea inglés respondió que el equipo fue "respetuoso, no intentar hacer una floritura de más y hacer goles, porque pueden ser importantes para la siguiente fase".
Con este resultado, España encabeza el Grupo B con seis puntos en dos partidos, mientras que Tahití acumula dos derrotas y 16 goles en contra en dos presentaciones.
El partido era uno de los enfrentamientos más desiguales en competiciones de la FIFA, e incluso el seleccionador de Tahití, Eddy Etaeta, había dicho antes de comenzar que sus posibilidades de ganar eran "bastante imposibles".
A pesar de ello, su actuación fue muy digna ante una España llena de suplentes, pero que aún así alineó a grandes jugadores como Pepe Reina, Juan Mata o Sergio Ramos.
El primer partido en la historia de Tahití ante un equipo europeo fue más un acontecimiento que un partido en muchos aspectos, y los hinchas crearon una atmósfera increíble en el renovado estadio Maracaná.
Alentaron cada pase bien dado y cada falta cometida por los tahitianos, mientras que abuchearon al equipo español.