Por Daniela Desantis
ASUNCION, 22 Jul. (Reuters/EP) -
- Ever Hugo Almeida, uno de los máximos ídolos del club Olimpia del fútbol paraguayo, logró sacar a flote un plantel que se desmoronaba para conducir al club a su séptima final de Copa Libertadores, incluso aportando dinero propio para saldar deudas.
El miércoles, el entrenador de 65 años buscará coronar su titánica tarea cuando el conjunto paraguayo defina el título de campeón continental frente al brasileño Atlético Mineiro en Belo Horizonte.
Si Olimpia consigue hacer valer la ventaja de 2-0 que obtuvo en el partido de ida en Asunción y gana la serie, Almeida levantará por tercera vez el trofeo que ya ganó como jugador en 1979 y 1990 con el mismo club.
El ex portero llegó a Olimpia en enero, poco antes de que estallara una crisis que dejó acéfala la presidencia, hasta entonces ejercida por el polémico Marcelo Recanate, y al club con deudas por unos 15 millones de dólares.
Muchos jugadores avanzaron en la Libertadores con atrasos importantes en el pago de sus salarios, que recién ahora se están regularizando gracias al aumento de la recaudación en los partidos y los contratos de televisación.
Almeida no solo tuvo que lidiar con las carencias de logística y el ánimo del plantel por la irregularidad en los pagos, sino que llegó a poner dinero de su bolsillo en los momentos de apuro.
"Almeida hizo el papel de técnico pero también de dirigente, de padre, de médico y hasta de financista del club. Hizo mucho más de lo que le competía porque no había plata", dijo a Reuters Alcides Báez, coordinador de deportes de la emisora Caritas.
En lo futbolístico, el entrenador logró recuperar el nivel de jugadores experimentados como los defensores Julio Manzur y Herminio Miranda para ponerlos a la altura de otros calificados como Martín Silva, Juan Manuel Salgueiro o Fredy Bareiro.
"Puso en marcha su idea futbolística basada en la presión sobre el rival, solidez defensiva y la llegada sin mayores trámites a zonas ofensivas, con la que fue sacando ventajas sobre conjuntos de mejor y mayor tenencia de la pelota", dijo el jefe de deportes del diario asunceno ABC, Gabriel Cazenave.
La disciplina y el orden siempre fueron aliados del entrenador, un hombre serio y reservado que trabaja con su hijo Iván, también un ex arquero.
UNA VIDA JUNTO A OLIMPIA
Almeida, nacido en Uruguay pero nacionalizado paraguayo, llegó por primera vez a Olimpia en 1974 tras un breve paso por Guaraní y luego de iniciarse como portero en Cerro de Montevideo.
Todavía conserva el récord del jugador con más partidos disputados en la historia de la Copa Libertadores, dada su larga carrera en el conjunto franjeado del que se retiró con honores a los 42 años. También es el primer arquero que anotó un gol en el torneo, en 1984.
Además de Olimpia, Almeida dirigió brevemente a otros equipos locales como Nacional, Sportivo Luqueño y Sol de América y tuvo una fugaz experiencia poco exitosa en la selección paraguaya, a la que condujo en la Copa América de 1999.
Fuera de Paraguay, Almeida entrenó en Ecuador a El Nacional y al Barcelona, y antes de regresar a Olimpia este año dirigió a la selección de Guatemala que destacó como nunca antes en la eliminatoria para el Mundial 2014.
Su desempeño actual le augura buenas perspectivas en el horizonte y muchos lo señalan como candidato para conducir nuevamente la selección paraguaya, que pasa por uno de sus peores momentos tras quedar sin posibilidades de clasificar al Mundial de Brasil 2014.
Y la ilusión en Paraguay es que pueda repetir la hazaña que logró en Olimpia, de sacar a un equipo desmotivado y sin orden del fondo del pozo y llevarlo a ser nuevamente uno de los mejores del continente.