Actualizado 26/10/2009 17:45

FUTBOL-Fábrica talentos de Barça cumple 30 años de éxito

Por Iain Rogers

BARCELONA (Reuters/EP) - Detrás del estadio Camp Nou del Barcelona del fútbol español se encuentra una tradicional masía de piedra catalana del siglo XVIII que ha desempeñado un papel quizás aún más importante en la historia del club que el colosal estadio que la empequeñece.

El Barça empezó a usar La Masía de Can Planes, construida en 1702, como residencia de sus jugadores juveniles el 20 de octubre de 1979, y la lista de jóvenes aspirantes que han cruzado por sus puertas de hierro camino a lo más alto de los campos de fútbol es larga e impresionante.

Josep Guardiola, campeón de Europa como jugador del Barça en 1992 y también en su primera temporada como entrenador el pasado año, se trasladó a La Masía en 1984 cuando tenía 13 años, dejando su pueblo natal de Santpedor, ubicado a unos 70 kilómetros de la ciudad catalana.

Antiguos residentes de La Masía están ahora en el primer equipo, incluyendo al centrocampista Andrés Iniesta, el capitán Carles Puyol, el arquero Víctor Valdés y el joven y talentoso delantero Pedro, autor del único gol contra el Shakhtar Donetsk ucraniano en la Supercopa de Europa que el Barça ganó en agosto.

La mitad de los 450 jóvenes futbolistas que han dejado sus casas y familias para vivir en La Masía en las tres últimas décadas proceden de Cataluña, pero también han llegado del resto de España e incluso de más allá, de destinos que incluyen Brasil, Argentina, Hungría, Georgia, Camerún y Senegal.

Más de 40 lograron llegar al primer equipo del Barça y casi todos han jugado en equipos de la primera división española.

La Masía se ha convertido en sinónimo de la famosa escuela de fútbol del club, aunque no todos de los principales jugadores que la academia ha producido, incluyendo al centrocampista Xavi, el defensor Gerard Piqué o el capitán del Arsenal Cesc Fàbregas, han vivido allí.

CHICOS NORMALES

El secreto del éxito de La Masía, según Carles Folguera, director desde el 2002, es que así como se aprende el estilo de juego que caracteriza al equipo -claramente ofensivo- los jóvenes son sometidos a un intenso programa de educación.

"Lo que hace La Masía diferente es que el curso es las 24 horas del día, los siete días de la semana", comentó a Reuters Folguera, quien cumplió 41 años el lunes y es un ex portero del equipo de hockey sobre patines del Barça.

"Movemos cielo y tierra, en el sentido de que tenemos profesionales que pueden cubrir todas las necesidades de los muchachos que vienen aquí con el deseo de triunfar en el deporte", agregó.

"En ningún momento queda un cabo suelto en el esfuerzo de asegurarnos de que se desarrollan como chicos normales", continuó.

Actualmente hay algo menos de 60 residentes en La Masía, 10 de ellos viven en la granja y el resto en habitaciones dentro del estadio adyacente. Así como futbolistas, hay 11 jugadores de baloncesto y una esperanza del hockey sobre patines.

Un día típico comienza a las 07.00 y los alumnos pasan la mañana en clase hasta la comida, que es a las 13.00.

Tras un breve descanso, estudian durante una hora y media y a las 18.00 entrenan durante dos horas y media en las instalaciones del club de Sant Joan Despi. La cena es a las 21.15 y las luces se apagan a las 23.30.

Durante la semana en la que La Masía cumplió su aniversario número 30 como residencia de la academia, se le preguntó a Guardiola en rueda de prensa qué había significado para él el tiempo que vivido allí.

El técnico dijo que tenía recuerdos muy felices y que la experiencia le había ayudado a crecer y desarrollarse como jugador y como persona.

"Recuerdo que desde el primer día, cuando mis padres me dejaron, me dieron muy buena comida", señaló Guardiola.

"La Masía es una parte vital del club, buscando talentos, recibiendo a aquellos que no pueden vivir en Barcelona y educarlos y entrenarlos es una de las cosas más valiosas que podemos hacer. Es la inversión más barata a largo plazo y algo que el club debe continuar y desarrollar", añadió.

OTRA DIRECCIÓN

Los días de La Masía como residencia están contados, ya que el club catalán ha estado construyendo nuevas instalaciones para los jóvenes futbolistas en su campo de entrenamiento, aunque el proyecto está parado debido a las restricciones presupuestarias.

Una de las más recientes incorporaciones del primer equipo que estuvo en La Masía es Pedro, que dejó su hogar en las Islas Canarias y vivió allí entre 2004 y 2006.

Folguera y su profesor Rubén Bonastre estuvieron esperándolo para darle la bienvenida cuando llegó, indicó el jugador de 22 años en la página web del club (www.fcbarcelona.com) la semana pasada.

"Y desde el primer día hasta el último siempre estaban disponibles para ayudarme en todo, con mis estudios, mis horarios, lo que fuera", manifestó el prometedor futbolista.

"Gracias a su ayuda y a la de sus compañeros pude adaptarme rápidamente y hacer buenos amigos", agregó.

Uno de los primeros residentes, el ex centrocampista Guillermo Amor, que vivió en La Masía entre 1980 y 1988, dijo que la ayuda que los futbolistas recibieron respecto al desarrollo personal fue muy importante.

"Aunque no llegues al primer equipo estás preparado por si la vida va en otra dirección y tienes que ganarte la vida de otra manera", destacó en declaraciones a la página de internet del Barcelona el ex jugador de 41 años, quien además jugó en la Fiorentina, el Villarreal y el Livingston.

"Es imposible pasar por delante de La Masía y no girar la cabeza para mirar la que fue tu casa", concluyó.

(Traducido por la Redacción de Madrid. Editado por Javier Leira)