Por Carlos A. Quiroga
LA PAZ (Reuters/EP) - La FIFA inició el jueves una difícil negociación de última hora con el Gobierno de Evo Morales para salvar a la Federación Boliviana de Fútbol de duras penas fiscales, incluidos el remate de su edificio principal y el congelamiento de sus cuentas bancarias.
Pero una declaración de Morales, pocas horas después de su encuentro con tres enviados del órgano rector del fútbol mundial, pareció descartar la posibilidad de que el Estado perdone a la federación (FBF) una deuda por impuestos de 2,1 millones de dólares que se arrastra ya por 16 años.
"Aquí se respetan las normas, por tanto la Federación Boliviana de Fútbol tiene que pagar sus impuestos", dijo el gobernante en una conferencia de prensa.
Los enviados de la FIFA, entretanto, acompañaban a los dirigentes de la FBF en gestiones ante el Servicio de Impuestos Nacionales en procura de una revisión de la deuda o la concesión de un nuevo programa de pago.
También estaba en mesa la posibilidad de un aplazamiento del remate de la sede de la FBF, programado para el lunes.
"Su pedido (de la FIFA) es buscar una figura legal para no rematar la sede", confirmó Morales, tras remarcar que un simple perdón de la deuda no era posible.
"Les dije que no pueden pedirme que yo viole las normas bolivianas. Bolivia vive de impuestos y de los hidrocarburos. Aquí todos tenemos derechos y deberes, no está en debate, y entendieron perfectamente los dirigentes de la FIFA", señaló.
Primo Corvaro, del comité ejecutivo de la FIFA, dijo escuetamente en conferencia de prensa tras la audiencia con Morales que "se discutió el problema (tributario de la FBF) en general, no sobre medidas concretas" y que las conversaciones con el Gobierno seguían en curso.
El presidente de la FBF, Carlos Chávez, y otros dos dirigentes de la FBF reelectos en un dividido congreso del fútbol hace dos meses y a quienes Morales se había negado a recibir previamente, acompañaron a los dirigentes internacionales, entre ellos Eugenio Figueredo, de la Confederación Sudamericana.
"Hay detalles (de la reunión) que no podemos revelar. No hemos venido a modificar las estructuras internas de las leyes bolivianas", dijo Figueredo ante insistentes preguntas sobre si Morales accedió al pedido de frenar el remate.
FEDERACION EN CRISIS
Figueredo afirmó, sin embargo, que el encuentro permitió poner en marcha un proceso de diálogo sobre diversos problemas estructurales del fútbol boliviano, aquejado por mala organización, bajas recaudaciones y abierta división entre sus dirigentes.
"Hemos venido a tratar de unificar las diferencias que existen hoy en el fútbol boliviano (...) Hemos tratado de crear un vínculo entre la FIFA, la Conmebol, la Federación y el Gobierno, que en definitiva va a beneficiar al fútbol boliviano", dijo.
"Que un Gobierno reciba a la FIFA, que la Conmebol haga su presencia acá y nos reciba el presidente, eso es positivo. Vamos a dialogar, hemos conversado de todo, por eso nos vamos contentos de este encuentro positivo", añadió.
Sin embargo, evadió preguntas sobre si la FIFA y la CONMEBOL podrían pagar la deuda tributaria de la FBF, una de las federaciones de fútbol más pobres de Sudamérica.
Morales, un apasionado practicante del fútbol que se precia de mantener una relación estrecha con el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, llamó recientemente a hacer "cambios profundos" en la FBF para buscar, como primer gran objetivo, la clasificación de Bolivia al Mundial de Brasil 2014.
Bolivia, cuya única presencia en un Mundial vía clasificación fue en Estados Unidos 1994, fracasó estrepitosamente en las eliminatorias sudamericanas para los cuatro últimos mundiales.