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JOHANNESBURGO, 12 Nov. (Reuters/EP) -
El Mundial de Brasil del proximo verano podría ser de nuevo el objetivo de manifestaciones contra sobornos y servicios públicos de mala calidad, pero la FIFA no debería ser considerada la responsable, advirtió el secretario general del organismo, Jerome Valcke.
La presencia de los medios de comunicación de todo el mundo hace del Mundial "una plataforma fácil para expresar la preocupación y organizar manifestaciones", dijo. "Creo que es muy fácil culpar de lo que sucedió en las calles de Brasil en junio a la FIFA o al Mundial preguntándose por qué gastar tanto dinero en un torneo de fútbol que se podía destinar a otras cosas", agregó.
La Copa Confederaciones de junio, un torneo de prueba de dos semanas antes del Mundial de 2014, se vio ensombrecida por una ola rápida e inesperada de descontento en el mayor país de América Latina, que sorprendió a las autoridades brasileñas y al organismo que gobierna el fútbol mundial.
Las marchas, que congregaron más de un millón de manifestantes en más de 100 ciudades en su punto álgido, usaron el torneo como una plataforma para airear su descontento. Muchos brasileños están indignados de que el país gaste 14.000 millones de dólares en proyectos vinculados al Mundial mientras escuelas, hospitales, carreteras y la seguridad pública tienen necesidades urgentes de inversión.
Se informó de seis muertos durante las protestas en la Copa Confederaciones, cuatro de ellos en atropellos, uno al caer de un viaducto y otro por inhalar gases lacrimógenos. "Es verdad que la Copa Confederaciones, como potencialmente es el caso del Mundial el año que viene, fue la plataforma perfecta para manifestarse. Habrá miles de periodistas cubriendo el Mundial", dijo Valcke en una reunión en Sudáfrica del consorcio que supervisa los beneficios del último Mundial de 2010.
"Diría que las manifestaciones en Brasil también fueron 'secuestradas' cuando al final del día unos pocos tipos estúpidos, diría yo, se unieron al grupo y empezaron a destruir cosas y a enfrentarse con la policía", dijo.
Valcke dijo que la FIFA no debería ser el objetivo de los manifestantes. "Debería preguntarse a los brasileños, a la gente en la calle ¿qué piden? Piden más inversión en educación, educación pública, transporte público", dijo.
"Si miras lo que el Mundial ha aportado a Sudáfrica, realmente supuso una diferencia real", agregó Valcke, que es miembro del comité del consorcio que supervisa el desembolso de los 80 millones de dólares de beneficios que generó el Mundial. El lunes anunció que se aprobó destinar unos 5,8 millones de dólares a varios proyectos el año que viene, prácticamente la cantidad destinada este año.