Actualizado 29/12/2009 18:26

FUTBOL-Homenajean a uruguayo Ghiggia en el estadio Maracaná

Por Stuart Grudgings

RIO DE JANEIRO (Reuters/EP) - Alcides Ghiggia, el hombre responsable del mayor trauma futbolístico de Brasil volvió al martes al lugar de su famoso gol, esta vez para ser homenajeado como la centésima persona que se suma al Salón de la Fama del estadio Maracaná.

Ghiggia, que le dio la Copa Mundial de fútbol de 1950 a Uruguay al marcar el gol decisivo en la victoria 2-1 sobre Brasil, puso sus pies sobre un molde para ocupar un lugar entre los grandes, incluyendo al brasileño Pelé y al portugués Eusebio.

El ex jugador de 83 años, algo tímido ante los medios de prensa, declinó a responder preguntas de los periodistas en el estadio de Río de Janeiro, limitándose a emitir unas pocas palabras cordiales y un "Viva Brasil" antes de retirarse.

"Estoy un poco emocionado. Sólo quiero agradecer a todos desde mi corazón por la recepción que me han dado", dijo.

Su gol marcó un momento de intenso trauma colectivo para los brasileños, pues casi 200.000 hinchas locales habían acudido al entonces nuevo Maracaná con la esperanza de ver a su selección nacional ganar su primera Copa del Mundo.

Tras arrasar con Suecia y España en los dos encuentros anteriores, Brasil sólo necesitaba un empate contra su vecino para levantar la Copa como local, una victoria que ya había sido declarada por algunos políticos y periódicos locales.

Pero el nervioso equipo brasileño no logró mantener su ventaja de 1-0 y posteriormente permitió que Ghiggia se escapara por el costado derecho y anotara el segundo gol que dejó muda a la multitud en el que era entonces el mayor estadio de fútbol en el mundo.

La derrota ha perseguido a esos jugadores brasileños por el resto de sus vidas y desde entonces ha sido conocida en Brasil como "El Maracanazo".

"Fue una catástrofe", dijo Marco Antonio, un chofer de 43 años. "Mi padre fue a ver el partido y dijo que lloró mucho. Todos los brasileños lloraron. Pero ahora es un placer recibirlo. Quien guste del fútbol, gusta de los goles", añadió.

Con un récord de cinco Copas del Mundo en sus vitrinas y una creciente confianza en su economía y su rol en el mundo, hay señales de que una nueva generación de brasileños están logrando dejar atrás el mal recuerdo del 16 de julio de 1950.

"Ghiggia, fue un arquero ¿cierto?", afirmó Juliana Godoy, una visitante de Sao Paulo de 28 años.