Por Martyn Herman
LONDRES (Reuters/EP) - El ex técnico de la selección inglesa de fútbol Bobby Robson falleció el viernes a los 76 años tras una larga batalla contra el cáncer, informó un comunicado divulgado en nombre de su familia.
"Con gran tristeza anunciamos hoy que Bobby Robson ha perdido su larga y valiente batalla contra el cáncer (...) Murió pacíficamente esta mañana en su casa en el Condado de Durham, acompañado de su esposa y su familia", dijo el comunicado.
La Asociación de Fútbol (FA) dijo que Robson, quien fue entrenador de Inglaterra desde 1982 a 1990, era uno de los mejores técnicos del país, y el presidente ejecutivo de la entidad, Ian Watmore, lo llamó "un embajador del fútbol".
"Sir Bobby era un hombre maravilloso, un verdadero caballero", dijo el actual técnico de Inglaterra Fabio Capello, en un comunicado.
"Amaba el fútbol y estaba extremadamente orgulloso de su país y de la región del noreste", añadió.
Robson, hijo de un minero, fue uno de los hombres más respetados en el mundo del fútbol. Disfrutó de una exitosa carrera como jugador con el West Bromwich Albion y el Fulham durante las décadas de 1950 y 1960, y jugó 20 partidos para la selección de su país.
Como técnico, Robson se ganó una reputación como uno de los entrenadores jóvenes más astutos de Inglaterra, después de hacerse cargo del Ipswich Town en 1969, con el que logró la Copa FA en 1978 y la UEFA en 1981.
Robson fue nombrado técnico de Inglaterra en 1982 y pese a algunos tiempos difíciles estuvo al mando del equipo por ocho años, hasta que su selección fue eliminada en el Mundial de Italia 1990 en semifinales ante Alemania Occidental, tras una definición por penales.
HOMENAJEADO
El domingo, Robson, quien sufría cáncer de pulmón, fue homenajeado por más de 30.000 personas en el estadio del Newcastle United, el St James Park, donde asistió a un partido para recaudar fondos para la lucha contra la enfermedad.
Robson era considerado como uno de los mayores ídolos del club de su ciudad natal, Newcastle, donde dirigió desde 1999 a 2004.
Después de finalizar su etapa al mando de Inglaterra, comenzó una odisea por Europa a cargo de diversos equipos, entre los que figuran el PSV Eindhoven de Holanda, el Sporting de Lisboa y el Oporto en Portugal, y el Barcelona de España.
Su último trabajo en el fútbol fue en Irlanda como asesor.
En 1992 le habían diagnosticado cáncer en el intestino grueso y luego un melanoma maligno en 1995. Su lucha final comenzó en 2008, con un cáncer de pulmón inoperable.