BOGOTA (Reuters/EP) - El volante colombiano Javier Florez, al servicio del subcampeón Junior de Barranquilla, mató el domingo a balazos a un hincha que al parecer le reclamó en repetidas ocasiones por perder la final y el título del Campeonato Apertura ante Caldas, informó la Policía.
Se trata del más reciente hecho de violencia relacionado con el fútbol en Colombia, en donde ese deporte es el más popular.
Los hechos se registraron en el municipio de Soledad, cerca a la ciudad de Barranquilla, la capital del departamento del Atlántico y sede de Junior.
Testigos aseguraron a la policía que el jugador de 27 años disparó con un revolver contra un joven de 24 años, quien murió en forma instantánea, y luego huyó dejando abandonado su vehículo.
Florez hizo parte del equipo titular de Junior que perdió 2-1 en Manizales y después 3-1 en Barranquilla contra Caldas, lo que le significó la perdida del Campeonato Apertura.
Pese a que el futbolista huyó, directivos de Junior dijeron que tratan de ubicarlo para convencerlo de que se entregue a las autoridades.
La violencia ha ensombrecido al fútbol colombiano en los últimos años con hechos en los que han sido asesinatos árbitros, dirigentes de clubes y futbolistas activos o retirados.
La peor tragedia de violencia para el balompié colombiano fue el asesinato, el 2 de julio de 1994, del defensa Andrés Escobar después de que marcó un autogol con la selección nacional en el Campeonato Mundial de 1994 en Estados Unidos.
El crimen fue cometido por un hombre como parte de un episodio relacionado con apuestas en el fútbol, de acuerdo con las autoridades de policía.