Actualizado 01/05/2010 16:15

FUTBOL-Popular Bora Milutinovic predica con el ejemplo

Por Peter Simpson

DOHA (Reuters/EP) - Los técnicos veteranos de los Mundiales de fútbol no están extinguidos: merodean salones de hoteles cinco estrellas parando la oreja para escuchar ofertas de trabajo y brindan abrazos de oso y palmadas en la espalda a potenciales jefes.

Esa fue la impresión dada por el entrenador serbio Velibor "Bora" Milutinovic, de 65 años, mientras transitaba su camino hacia una entrevista con un cappuccino de 10 dólares de por medio en el Hotel Four Seasons en Doha, donde se realiza el sorteo de la Copa de Asia 2011 en el país anfitrión Qatar.

La única persona que ha dirigido equipos en cinco Copas del Mundo diferentes no ha perdido sus maneras ni su posición de persona famosa.

El técnico recibió cuatro gritos de "Hola, Bora" y "Hola entrenador" por parte del botones, dos camareras y el maitre.

Su rol de consejero en el club qatarí Al Sadd y las selecciones nacionales de esa nación implica que el trato que recibe sea un lujo en cualquier lugar que pise de ese estado, rico en energía y obsesionado por el fútbol.

"Tengo intuición. A veces no puedo hablar el lenguaje, pero hago una broma con personas y nos entendemos. Intento sacar lo mejor de los jugadores de esa manera. El lenguaje nunca es un problema. A la gente le agrado", declaró a Reuters el políglota entrenador, que en Sudárica será ayudante de Radomir Antic en la selección de Serbia.

No obstante, el principal tema de conversación no es cómo hacer amigos e influenciar personas a través de una personalidad contagiosa y apasionada como la suya.

HACEDOR DE MILAGROS

Milutinovic ha sido apodado el "Hacedor de Milagros" por llevar lejos a modestas selecciones en las Copas del Mundo.

Con el Mundial de Sudáfrica a menos de dos meses, ¿está Bora tan desilusionado como los periodistas por el hecho de que la delegación de Corea del Norte abandonara inesperadamente el sorteo de la Copa de Asia la semana pasada?.

Milutinovic está entre quienes han sido vinculados con un posible trabajo como entrenador de la selección nacional del hermético país asiático en la Copa del Mundo.

"No, no, no. No sabía que habían decidido no venir. No sabía que venían", insistió el experimentado técnico.

"Nunca pedí ese trabajo. Nunca pedí ningún trabajo. La gente viene a mí. Por supuesto que estoy interesado (en potenciales trabajos), pero estoy contento con mi vida en este momento", aclaró.

El serbio movió la cabeza y sonrió ante la consulta sobre si había sido contactado para ocupar la posición vacante en Irak, una especulación alimentada por sus amigables abrazos y apretones de mano con el presidente de la federación de fútbol de ese país en el hotel.

"No juzgo mi éxito como técnico por el número de Mundiales que dirigí. Lo hago por el número de jugadores que promoví, que no habrían estado ahí si no fuera por mí y que han continuado allí después de que me fui", remarcó Milutinovic.

El entrenador forjó un grueso currículum luego de haber dirigido selecciones en Mundiales en tres décadas diferentes: México en 1986, Costa Rica en 1990, Estados Unidos en 1994, Nigeria en 1998 y China en 2002.

Bora fue despedido de su último cargo como técnico de la selección de Jamaica en el 2007, tras una serie de derrotas.

Después de hacer orgullosamente cuentas, el entrenador indicó que descubrió 67 futbolistas en Copas del Mundo, a quienes cultivó y promovió al primer equipo para que jugaran el torneo más importante de sus vidas.

APOYO A CHINA

Casado con una mexicana, Bora divide su tiempo entre la Ciudad de México y Doha. El serbio dijo que continúa mirando hacia Oriente y sigue teniendo un gran cariño por el último de sus éxitos en Mundiales: China.

Aún mantiene lazos con la comunidad futbolística de esa nación y escribe en un popular blog en internet en el que brinda su apoyo a la selección de China.

"Estaba muy contento por la gente china cuando fuimos al Mundial. Nunca vi actos de corrupción cuando estaba allá, pero deshacerse de la corrupción -como lo están intentando ahora-, no resolverá el problema de cómo les puede ir bien", advirtió Milutinovic.

"Ellos sienten que no tienen tiempo de desarrollar los niveles base del fútbol. El Gobierno quiere un éxito instantáneo. No hay manera. Necesitan una estrategia, incluso en el menor detalle", continuó.

El entrenador Bora dejó en claro cuál es su manera de proceder al respecto.

"Es difícil explicar la manera en que yo trabajo. Dios me dio intuición. Tenía una excelente conexión con los futbolistas chinos, incluso aunque no hablaba chino. Nunca dejé que la política interfiriera", destacó.

"Entendía a la gente de China y los jugadores me entendían, y sacaba lo mejor de ellos. Ellos abandonaron su mala disciplina conmigo, pero volvió cuando me fui", añadió.

Dado su entendimiento y éxito en el fútbol de ese país, ¿qué debe hacerse para que China se convierta en una potencia regional y global?

"Llamen a Bora de nuevo", afirmó Milutinovic con tono de broma pero sin dejar su deseo de lado.

"La gente siempre piensa que estoy bromeando. La gente cree que me conoce", sostuvo.

Durante la entrevista con Reuters, Bora atendió una llamada en inglés y dijo a su interlocutor: "Si tienes un buen equipo, nada más importa. No puedo darles más consejos. 'Ciao'".

¿Un trabajo, Bora?

"No, no. Nunca ha sido mi obsesión ir siempre al Mundial. No espero llamadas. Vivo mi vida", aseguró el nacido en la ex Yugoslavia antes de retirarse por el salón del hotel estrechando manos y bromeando con personalidades del fútbol asiático.