JOHANNESBURGO (Reuters/EP) - El presidente sudafricano Jacob Zuma llamó el miércoles a descontentos operadores de taxis a que dejen de lado sus quejas y no alteren el Mundial de fútbol que comienza el 11 de junio.
Zuma dijo en una entrevista con la emisora nacional SABC que no era propio de la cultura africana pelear mientras se recibe a visitantes.
"En nuestra cultura, siempre respetamos a los visitantes y cuando los visitantes se van podemos decir 'ok, lidiemos con este asunto'", dijo Zuma cuando fue consultado sobre una serie de huelgas cuando falta un mes para el inicio del torneo deportivo más visto del mundo.
Los trabajadores en la empresa de transporte estatal Transnet irán a huelga por cuarto día el jueves, paralizando puertos y trenes para exigir salarios más altos, mientras que los operadores de taxis minibuses quieren que un nuevo sistema de buses que será lanzado antes del Mundial sea descartado.
Estas huelgas, y recientes protestas violentas por las condiciones de vida en las barriadas pobres, han sembrado temores de que el evento se verá alterado, avergonzando a Sudáfrica, el primer país africano en ser sede de una Copa del Mundo.
Zuma dijo que era una mera coincidencia que el torneo se celebre durante la temporada anual de negociación de salarios de Sudáfrica. Los trabajadores tenían el derecho a ir a huelga y el Gobierno no podía exigirles que acepten una oferta de salarios debido al Mundial.
Pero si los asuntos no se resuelven a tiempo, deberían volver a trabajar por ese período para asegurarse de que el torneo se celebre sin problemas, indicó.
"Aquí hay una oportunidad, el Mundial nunca ha venido a Africa, esta es la primera vez. Todo el continente está esperando para honrarlos, para recibir a los visitantes", señaló. "No creo que debamos decepcionar al continente".
"Es por eso que señalé (que) si tienes visitas en tu casa no comienzas a pelear, particularmente si sabes que la visita sólo se quedará ahí durante la noche", sostuvo.
Está previsto que alrededor de 250.000 hinchas visiten Sudáfrica para el Mundial, mientras que se espera que 100.000 más viajen de otros países africanos.