Por Steve Keating
GRAND BLANC, EEUU (Reuters/EP) - El estadounidense Tiger Woods se quedó el domingo con su tercer y posiblemente último título en el Buick Open, con una victoria por tres golpes de ventaja en un evento que parece estar condenado a convertirse en otra víctima de la crisis económica.
La automotriz de Detroit, que atraviesa serios problemas, dejaría de patrocinar el torneo la próxima temporada, lo que significaría que la competencia desaparecería del calendario del circuito PGA.
Si el domingo fue la despedida del torneo, entonces no podría haber tenido un mejor adiós con el número uno del mundo deleitando a los fanáticos en una de sus canchas favoritas con una victoria calculada y de a ratos emotiva.
"Nunca jugué frente a fanáticos como estos", dijo Woods a los periodistas tras terminar su vuelta final con 69 golpes sin cometer bogeys.
"He estado aquí desde 1999, y siempre he disfrutado venir aquí. Sólo dos años no he jugado acá, por el nacimiento de mi hijo y porque mi rodilla no estaba muy bien el año pasado", agregó Woods.
Jugando su primer torneo tras quedar afuera del Abierto británico por no superar el corte de clasificación, Woods comenzó la jornada soleada en el Warwick Hills con un golpe de ventaja y nunca vió amenazado su liderazgo.
Tras cosechar birdies en los hoyos 4, 7 y 16, Woods terminó el torneo con 268 golpes, 20 bajo el par.
Los australianos Greg Chalmers (69) y John Senden (71) y el estadounidense Roland Thatcher -que tuvo la mejor vuelta del día, con 64 golpes-, finalizaron empatados en el segundo lugar, con 271 golpes.
Con el triunfo del domingo, Woods ganó su cuarto título PGA de la temporada y el 69no. de toda la carrera, quedando apenas a cuatro de su compatriota Jack Nicklaus (73) en la lista de los más ganadores de todos los tiempos.