RÍO DE JANEIRO, 22 Ago. (Notimérica) -
Río de Janeiro ha despedido este domingo los Juegos Olímpicos con una fiesta a ritmo de carnaval y samba, tal y como definieron sus organizadores en una ceremonia de clausura que "tuvo como bandera la alegría brasileña" y cuyo objetivo fue "lavar el alma de todo el mundo".
El escenario del espectáculo fue el estadio de Maracaná, el mismo que se utilizó en la ceremonia de apertura, pero en esta ocasión se apagó la llama olímpica y se entregó la posta a Tokio 2020, que recibió el desafío de mano del primer ministro japonés Shinzo Abe, vestido de Mario Bros.
Los primeros Juegos celebrados en América del Sur estuvieron lejos de ser perfectos para Brasil, que tuvo que lidiar con asientos vacíos, problemas de seguridad y un misterioso verde en el agua de la piscina de clavados.
Sin embargo, dos tardías medallas de oro para el país anfitrión en sus dos deportes preferidos, el fútbol y el voleibol masculino, ayudaron a limar algunas de las visiones de los brasileños sobre los Juegos.
Una tormenta que amenazó la ciudad todo el día finalmente se descargó con viento y lluvia durante la ceremonia. El agua empapó a los artistas y a cientos de atletas que ingresaron al estadio, muchos de ellos todavía con las medallas al cuello.
