Por Javier Leira
RÍO DE JANEIRO, 11 jul, 11 Jul. (Reuters/EP) -
- El arquero de la selección argentina de fútbol, Sergio Romero, llegó al Mundial envuelto en la desconfianza de los hinchas y la prensa tras pasar una temporada sentado en el banco de suplentes del Mónaco, pero con el correr de los partidos se convirtió en un baluarte del equipo y en el héroe del paso a la final.
Romero es el arquero titular de Argentina desde hace mucho tiempo y suma su segundo Mundial con el "1" en la espalda. Pero pese a esto, la confirmación del entrenador Alejandro Sabella de que iba a seguir en el equipo en Brasil fue muy criticada en los últimos meses debido a su falta de minutos en Francia.
El arquero llegó al Mónaco la temporada pasada a préstamo desde la Sampdoria de Italia. Su traspaso al club del Principado fue pensado para ganar rodaje de cara al Mundial, algo que finalmente no ocurrió ya que solamente jugó nueve partidos entre la liga y la Copa de Francia.
En el interín, Romero siguió siendo titular en Argentina, pese a los constantes pedidos para que Sabella le diera oportunidades en el arco a Sebastián Saja, Agustín Orión o Marcelo Barovero.
Romero nunca desentonó, aunque mostró cierta inseguridad y falta de distancia en los centros por su carencia de ritmo. Y Sabella renovó su confianza en él al afirmar, bastante tiempo antes de dar la lista mundialista, que sería titular en Brasil.
Y Romero le pagó la confianza con algunas grandes actuaciones en la Copa, donde partido a partido se fue convirtiendo en figura del equipo.
IRÁN, PUNTO DE QUIEBRE
Sus atajadas en el segundo tiempo contra Irán fueron vitales para que Argentina se quedara con un trabajado triunfo, que llegó gracias a una genialidad de Lionel Messi en el descuento.
Luego sufrió dos goles ante Nigeria pero logró mantener la valla en cero contra Suiza y Bélgica.
Pero el reconocimiento unánime llegó ante Holanda, cuando atajó los remates de Ron Vlaar y Wesley Sneijder para que Argentina se impusiera 4-2 en la definición por penales y clasificara a su primera final mundialista en 24 años.
Sus salvadas generaron comparaciones con Sergio Goycochea, quien con sus atajadas permitió que Argentina ganara dos definiciones por penales en el camino a la final de 1990.
"Sabella me ayudó en el año más difícil de mi carrera", dijo el arquero a periodistas en una conferencia de prensa después del partido. "Hizo mucho por mi este año", agregó.
"¿Si esto es una reivindicación para mí? No, no lo siento así. Tengo que seguir trabajando de la misma manera, a mí nadie me regaló nada, por suerte tengo un entrenador y compañeros que me bancaron (apoyaron) muchísimo en todo este tiempo", afirmó.
La campaña mundialista de Romero es muy buena, ya que suma nueve victorias, un empate y una derrota en 11 partidos. En Brasil no concedió goles en cuatro de los seis partidos.
El domingo, Romero afrontará el que seguramente será el mayor desafío de su carrera: enfrentar a varios de los jugadores que hace cuatro años fueron partícipes de la goleada de Alemania 4-0 sobre Argentina en los cuartos de final.
"No se trata de una revancha. Hoy estoy mucho más tranquilo en todos los sentidos", destacó.
"Entonces habíamos hecho un gran Mundial hasta ese día. Esperamos hacer las cosas mejor de lo que las hicimos aquel día para bien de todos", agregó.