Actualizado 14/12/2015 16:55

Mundial de Clubes, ignorado en Europa y aclamado en Sudamérica

Los jugadores del River Plate tras acabar de hacerse con la victoria.
MARCOS BRINDICCI / REUTERS

   MADRID, 14 Dic. (Reuters/Notimérica) -

   El Mundial de Clubes no tiene la misma relevancia deportiva para todos los equipos participantes. Mientras que en Europa supone un torneo menor, en Sudamérica genera una gran expectación tanto en aficionados como en jugadores.

   Los futbolistas de los conjuntos sudamericanos ven el torneo como la culminación de sus carreras y los clubes lo consideran como el punto más alto de su historia.

   Su ilusión por el torneo acompaña a la pasión que viven los aficionados, como ha demostrado en esta edición el campeón de la Copa Libertadores, River Plate, que ha acudido a la cita de Japón acompañado de miles de seguidores que han ido llegando durante la última semana.

   En contraste con la indiferencia en los medios y aficionados europeos, la previa dura semanas en Sudamérica y es comparable a veces con la misma Copa del Mundo.

   También hay una gran diferencia en como afrontan la competición los equipos de una región y de otra. Mientras que el equipo 'millonario' llegó más de una semana antes de la semifinal que disputará este miércoles en Osaka frente al Sanfrecce Hiroshima, el campéon europeo, el FC Barcelona, ha llegado este lunes, tres días antes de su semifinal.

   Además, los azulgranas tuvieron que disputar este sábado el partido correspondiente a la jornada 15 de la Liga BBVA frente al Deportivo de la Coruña. Por su parte, los argentinos lleva varios meses relajados tras ganar la Libertadores, con sus mentes claramente puestas en Japón donde ansían derrotar al coloso europeo.

LA ILUSIÓN 'MILLONARIA'

   Para su salida desde Argentina, el pasado 6 de diciembre River celebró una sesión de entrenamiento a puertas abiertas en su estadio y fue acompañado al aeropuerto por una procesión con tintes carnavalescos.

   Una multitud estimada de 25.000 hinchas agitó sus banderas e hizo sonar sus tambores en la ruta de 30 kilómetros hasta el aeropuerto, con fuegos artificiales y decenas de autos siguiendo al autobús del equipo, tocando la bocina incesantemente y formando un gran y ruidoso convoy que colapsó la autopista.

   En total se espera que River reciba el apoyo de unos 15.000 hinchas, que tuvieron que enfrentarse a un vuelo de 30 horas y un enorme gasto para poder viajar.

   River, que ganó la vieja Copa Intercontinental en 1986, pero perdió ante la Juventus 10 años después, también tuvo una tumultuosa recepción a su llegada de este sábado en tren bala a Osaka desde Tokio, con varios cientos de seguidores repletando el andén.

   "Es un momento único y no lo cambio por nada", dijo el mediocampista Carlos Sánchez a los periodistas. "No sé si voy a tener la 'chance' de volver a jugar un torneo así", agregó.

   El veterano Javier Saviola, que volvió para acabar su carrera en River, club en el que se formó, afirmó que el club 'millonario' siempre estuvo obsesionado con ganar al mejor de Europa.

   "Empecé a jugar en el club cuando tenía ocho años y eso (la obsesión) ha estado ahí todo el tiempo", comentó. "El club siempre lo vio como una oportunidad para la gloria, pero esta vez hay más expectativa que en el 96 con la Juventus", afirmó.