Por Mike Collett
LONDRES, 6 mayo, 6 May. (Reuters/EP) -
- Cuando Inglaterra protagonizó su mayor éxito futbolístico al ganar el Mundial de 1966, un joven enfrentaba un futuro incierto tras haber sido dejado libre por su club sin haber alcanzado a jugar como profesional.
Ese hombre es Roy Hodgson, el actual técnico de Inglaterra, quien ahora enfrenta la difícil tarea de intentar que su país gane el Mundial por primera vez desde que el Crystal Palace lo dejó de lado casi medio siglo atrás.
El entrenador debe decidir si permite que los jóvenes jugadores ingleses se suelten y muestren su talento ofensivo o si adopta una estrategia más moderada y conservadora.
"No creo que uno pueda ganar partidos tan fácil si se le permite al rival ese tipo de tiempo y espacio", dijo Hodgson.
"Pero es importante estar organizado", comentó antes de recurrir a su propia táctica, la capacidad de sonar elocuente pero reservado.
Puede hacer eso con fluidez en cinco idiomas: inglés, francés, alemán, italiano y sueco.
"Uno debe ser muy cauto de decir: 'Este será nuestro estilo'", afirmó. "El fútbol es, y siempre será, ganar partidos. No se puede sacrificar la posibilidad de ganar un partido ante un cierto estilo que se decidió adoptar".
Lo que es seguro es que Hodgson está en una posición relativamente envidiable al ser el primer inglés en dirigir a Inglaterra en un Mundial desde Glenn Hoddle en Francia 1998.
EMOCIONANTES NOVATOS
Aunque enfrenta el dilema de todo entrenador de equilibrar su selección entre jugadores experimentados y novatos desequilibrantes, Hodgson tiene más jóvenes brillantes para elegir ahora de lo que parecía posible tres o cuatro años atrás.
Raheem Sterling y Jordan Henderson, Alex Oxlade-Chamberlain, Jack Wilshere, Luke Shaw y Adam Lallana buscan ganarse un lugar.
"Es muy simple, muchas cosas pueden salir mal hasta fines de mayo. Antes de ir a la Euro en el 2012 perdimos a Frank Lampard, Gareth Barry, Gary Cahill, John Ruddy, Kyle Walker. Wayne Rooney no pudo jugar los dos primeros partidos porque estaba suspendido", recordó el técnico hace poco.
"Todos habían sido parte de mis planes por semanas, y de repente, en el último minuto ya no estaban. Puede ser un problema, pero puedo lidiar con él", agregó.
Hodgson, con 66 años, será el segundo entrenador de más edad en el Mundial, detrás del uruguayo Oscar Tabárez, y tiene 38 años de experiencia como técnico con 16 equipos -clubes y selecciones- en ocho países.
Una modesta carrera siguió a la decisión del Palace y Hodgson comenzó su andanzas en el fútbol con una transferencia al Berea Park de Sudáfrica a comienzos de la década de 1970.
Su carrera como técnico comenzó en Suecia, con el club Halmstads, y el éxito le llegó con los títulos de liga en 1976 y 1979. La campaña de 1976 es aún recordada como una de las mayores sorpresas de la historia del fútbol de ese país.
Hodgson volvió a Inglaterra en 1980 para entrenar al Bristol City pero comenzó a dejar su marca a mediados de la década cuando regresó a Suecia para dirigir a Malmo, con el que ganó cinco títulos consecutivos de liga y dos copas.
Su carrera siguió al frente de Inter de Milán, Blackburn Rovers, Fulham, Liverpool y West Bromwich Albion, y también como técnico de las selecciones de Emiratos Arabes Unidos y Finlandia, a los que llevó a sus mejores posiciones en el ranking de la FIFA en su historia.
Acercándose ahora a lo que podría ser el momento supremo de una ilustre carrera, Hodgson mantiene sus pies firmemente sobre la tierra, como de costumbre.
"Soy inglés y nada es mejor que llevar a Inglaterra al Mundial", afirmó el técnico. "Podemos no ser los favoritos para ganarlo, pero ¿cuándo importó eso? Espero darle una sorpresa agradable a mucha gente".