Por Iain Rogers
MADRID, 5 mayo, 5 May. (Reuters/EP) -
- Una final del Mundial entre el anfitrión Brasil y el campeón defensor España no es un escenario poco probable, y en esa circunstancia Diego Costa podría tener un rol protagónico para su nación adoptiva contra el país que lo vio nacer.
El delantero nacido en Brasil generó enojo entre sus compatriotas cuando a fines del año pasado aceptó la invitación para jugar para la selección de España, última campeona europea y mundial.
El jugador de 25 años, que comenzó su carrera profesional en Portugal antes de arribar al Atlético de Madrid muy joven en el 2007, se ha convertido en uno de los goleadores más destacados del fútbol mundial en las últimas dos temporadas, y dará un valor agregado a una España que a menudo ha jugado sin un centrodelantero tradicional.
A Costa le llevó un tiempo darse cuenta de su potencial, en parte debido a las lesiones, y tuvo períodos a préstamo sin demasiado brillo en varios clubes de la primera división española, entre ellos Celta de Vigo y Rayo Vallecano.
Alto, atlético y potente en el aire, Costa tiene además una gran calidad y visión con la pelota. También suele ser un delantero incómodo para los defensores rivales, tanto por su habilidad y fortaleza física como por su sagacidad, lo cual a veces lo lleva a los límites del juego limpio.
El éxito del Atlético en las últimas dos temporadas se debe en gran parte a los goles y el nivel de Costa, que llenó con creces el vacío dejado por el colombiano Radamel Falcao tras su transferencia al Mónaco de Francia.
Costa ha tenido muchas batallas con algunos de sus nuevos compañeros en la selección española, entre ellos el defensor central Sergio Ramos, lo que generó insinuaciones de que podría haber fricciones al interior del plantel por su convocatoria.
El entrenador Vicente Del Bosque desestimó esa idea y hubo una atmósfera armoniosa cuando Costa debutó para España en el triunfo 1-0 sobre Italia en un amistoso disputado en marzo.
"Esa es la última de mis preocupaciones", dijo Del Bosque al diario AS en febrero.
Conocido por su capacidad para promover la armonía, Del Bosque dijo que la personalidad combativa de Costa dentro de la cancha era muy diferente del modo en que se comportaba fuera del campo.
"Es un muchacho amistoso, agradable, muy distinto al jugador que vemos dentro de la cancha", destacó, antes de agregar que jugadores que muestran el hambre de triunfo de Costa son buenos para la selección.
"Es un jugador interesante", remarcó.
Por su parte, el técnico de la selección brasileña, Luiz Felipe Scolari, ha dicho que Costa "dio la espalda al sueño de millones" al optar por jugar para España antes que Brasil.
No obstante, Del Bosque esperará que el delantero devuelva la fe depositada en él en caso de que decida ponerlo en el Mundial, donde la derrota de su país natal bien podría equivaler al triunfo de España.