TEGUCIGALPA, 6 mayo, 6 May. (Reuters/EP) -
- Para Luis Fernando Suárez, el momento más importante de su carrera como entrenador de fútbol fue su primer partido en el Mundial de Alemania 2006, cuando dirigió a Ecuador en la victoria 2-0 sobre Polonia.
Ahora Suárez entrena a Honduras, y su gran desafío es que el debut de su equipo en la Copa de Brasil equipare el hito conseguido hace ocho años.
El ex futbolista colombiano devenido en técnico guiará a Honduras en un difícil debut contra Francia en el Grupo E, partido tras el cual deberá enfrentar a su querido Ecuador.
Después de que el sorteo realizado en diciembre colocó a Honduras en el mismo grupo que Francia, Suiza y Ecuador, Suárez calificó al grupo como muy parejo y destacó que los cuatro equipos tendrán posibilidades de avanzar de ronda.
Lo único que lo afectó, según sus propias palabras, es tener que enfrentar a Ecuador, que accedió a octavos de final de un Mundial por primera vez bajo su mando en el 2006 antes de perder ante Inglaterra con un golazo de tiro libre de David Beckham.
Suárez se perfilaba para dirigir a Ecuador en el Mundial 2010, pero perdió el cargo tras algunas duras derrotas en la eliminatoria sudamericana. El "Tri" finalmente no clasificó a Sudáfrica.
Aún así, la experiencia con Ecuador y su vínculo con otros entrenadores en Alemania fueron cruciales para seguir avanzando en una carrera que recibió un gran impulso inicial de parte del entrenador colombiano Francisco Maturana.
Suárez definió a los consejos de Maturana como "oro en polvo" y dice que su compatriota es como un padre para él.
Después de convertirse en entrenador de la selección hondureña en el 2011, Suárez renovó la alineación y trabajó con un plantel sub-23 que clasificó a los Juegos Olímpicos 2012. En Londres venció 1-0 a España y llegó a cuartos de final, donde completó una buena actuación tras perder 3-2 con Brasil.
El técnico de 54 años siente la responsabilidad de demostrar que Honduras -un país que según él está creciendo a nivel futbolístico- puede cumplir un buen papel en su tercer Mundial tras los malos desempeños de 1982 y 2010.
Brasil podría darle esa gran posibilidad, ya que Honduras llega a la cita con varios futbolistas jugando en las ligas más importantes de Europa.
"La sensación que tengo es muy buena, como que los muchachos quieren dar mucho más y mostrar más. Tienen ese fuego allí y yo tendré que soplarlo para que crezca", dijo Suárez en una reciente entrevista con la cadena ESPN. "Yo creo que haremos un buen Mundial".
Llegar a los octavos de final parece una meta difícil de alcanzar, pero Suárez confía en sus jugadores para que el nuevo hito de su carrera no sea solamente ganar un primer partido.