Actualizado 07/05/2014 15:34

MUNDIAL-Dzeko tiene que brillar para que Bosnia de el batacazo en Brasil

Por Zoran Radosavljevic

7 mayo, 7 May. (Reuters/EP) -

- Si Bosnia quiere dar la sorpresa en su primer gran torneo como nación independiente, su goleador y figura Edin Dzeko deberá controlar su temperamento y mostrar su personalidad dentro del campo de juego más que en el vestuario.

Tras ayudar a la selección bosnia con 10 goles en la misma cantidad de partidos en las eliminatorias, Dzeko generó la ira de los hinchas del país balcánico y de su entrenador durante una derrota 2-0 ante Egipto en un amistoso jugado en marzo, cuando fue silbado desde las tribunas y discutió con Safet Susic.

El delantero de 28 años jugó los 90 minutos pese a haber pedido la sustitución en el entretiempo y tuvo un flojo desempeño en la segunda mitad, lo que llevó a Susic a criticarlo tras el partido en Innsbruck, donde el técnico aclaró que ni siquiera un jugador del calibre de Dzeko es indispensable.

El arrebato en su contra fue extraño, ya que es considerado una superestrella en su país, donde creció conviviendo con el éxito debido a que su padre también fue futbolista profesional.

Sin embargo, no hay dudas de que ese episodio será olvidado y Dzeko encabezará la alineación de Bosnia en el Mundial, donde las esperanzas del equipo de acceder a octavos de final recaen en su letal capacidad goleadora y su efectiva dupla con Vedad Ibisevic, quien anotó ocho goles en la eliminatoria.

Dzeko se dio a conocer durante sus de cuatro años en el Wolfsburgo de Alemania entre 2007 y 2011, período en el cual el club ganó la Bundesliga -en el 2009- con 26 goles y 10 asistencias del bosnio, que formó la dupla ofensiva más exitosa en la historia del campeonato junto al brasileño Grafite.

En el 2010, Dzeko se convirtió en el goleador histórico del Wolfsburgo y terminó su glorioso paso por el club alemán con un total de 66 tantos en 111 partidos en la Bundesliga, lo que le valió un traspaso al Manchester City.

Por primera vez en su carrera, Dzeko se encontró en una situación poco familiar: tuvo que competir por un lugar en el equipo titular, ya que el entonces entrenador Roberto Mancini solía utilizarlo como sustituto.

La presencia de delanteros de gran categoría como el argentino Sergio Agüero y el español Alvaro Negredo, que llegó junto al entrenador chileno Manuel Pellegrini en la pretemporada 2013, le han impedido a Dzeko mantener la titularidad.

Sin embargo, el bosnio dio batalla y su perseverancia fue recompensada con varios goles que quedarán en el recuerdo de la mitad celeste de la ciudad de Manchester.

El más importante fue el empate en el final contra el Queens Park Rangers en el último partido de la temporada 2011-12, cuando el City ganó su primer título desde 1968 gracias a ese tanto y un gol de Agüero para consagrarse a expensas de su clásico rival, el United, apenas por diferencia de goles.

Dzeko ya había amargado al United previamente esa temporada al marcar dos goles tras ingresar como sustituto en la histórica goleada del City 6-1 frente al campeón defensor en Old Trafford.

Su carrera internacional ha sido igualmente impresionante, con 33 goles en 60 partidos con la selección de Bosnia. Dzeko aprovechó al máximo las oportunidades creadas por un talentoso mediocampo y los buenos movimientos sin pelota de Ibisevic.

Si Dzeko replica eso frente a rivales como Argentina, Nigeria e Irán en el Grupo F del Mundial, su país podría disfrutar de un éxito futbolístico que pocos expertos creían posible cuando Bosnia emergió como nación independiente de las cenizas de la ex Yugoslavia en la década de 1990.

(Traducido por Damián Pérez. Editado en español por Javier Leira)