Actualizado 03/06/2014 21:49

MUNDIAL-ENFOQUE-Pese a las promesas, Sudáfrica no tuvo un legado dorado de la Copa 2010

Por Mfuneko Toyana

JOHANNESBURGO, 3 jun, 3 Jun. (Reuters/EP) -

- Cuatro años después del Mundial, el estadio Soccer City sobresale en el horizonte gris del sur de Johannesburgo como un mosaico multicolor de acero y vidrio, envuelto en el polvo amarillo de una ciudad centenaria construida por buscadores de oro.

Muchos fines de semana, el escenario de 94.000 asientos que fue sede de partidos clave durante el torneo del 2010 vibra con los gritos de los aficionados al fútbol o de los amantes de la música, ejemplo de una inversión que le dejó retornos a Sudáfrica.

El uso del estadio, que fue objeto de una remodelación de 1.500 millones de rands (150 millones de dólares) para el evento, paga cómodamente ese monto, según su sitio web, con un calendario que incluye desde partidos de fútbol hasta conciertos de artistas como Lady Gaga y U2.

En diciembre, este estadio fue sede de una misa en memoria del difunto líder anti-apartheid Nelson Mandela, y el mes pasado fue escenario de un acto masivo del gobernante Congreso Nacional Africano (ANC) para coronar su campaña electoral.

Sin embargo, el Soccer City se destaca por algo más.

Las otras nueve sedes construidas o renovadas para el Mundial por una suma de 10.000 millones de rand -una cuarta parte del presupuesto total- están con números rojos, ya que son incapaces de atraer eventos deportivos o estrellas internacionales de rock con regularidad.

Los programas de mantenimiento recaen en municipios con problemas de liquidez, una lección saludable para Brasil, donde cientos de miles de personas han protestado, a veces de manera violenta, contra el gasto estatal para el torneo que comienza el 12 de junio.

El movimiento contra la Copa del Mundo de Brasil sostiene que los 11.700 millones dólares destinados a gastos vinculados con la Copa -tres veces el presupuesto de Sudáfrica, aunque hasta ahora solo se hayan desembolsado 7.000 millones- estarían mejor invertidos en hospitales, escuelas y en obras de transporte público.

Muchos en Sudáfrica, el país más rico del continente pero que sigue siendo de renta media, sienten lo mismo.

"Si el 50 por ciento de los recursos desplegados alrededor de la Copa del Mundo hubieran sido destinados a estas cuestiones críticas, creo que el país habría dado un gran, gran paso", dijo Achille Mbembe, un sociólogo de la Universidad Wits de Johannesburgo.

ASIENTOS VACIOS

El estadio Nelson Mandela Bay, en la deteriorada ciudad industrial de Port Elizabeth, es un ejemplo.

El actual inquilino de la sede de 47.000 asientos que costó 2.100 millones de rands es el Southern Kings, un equipo de rugby que el año pasado fue excluido de la lucrativa competencia del Super XV, que incluye a equipos de Australia y Nueva Zelanda.

La región de Port Elizabeth tampoco ha tenido un equipo en la Liga Premier de Fútbol (PSL) desde el 2006, e incluso si un equipo local pasara por un gran momento, los molinetes no sufrirán por exceso de trabajo ya que un juego de la liga atrae en promedio a unos 7.000 espectadores.

Desde que abrió sus puertas, el estadio ha atraído solo a 125.000 visitantes por año, sólo un poco más que el récord de 94.700 que asistió un día al estadio Soccer City para ver el juego entre el equipo sudafricano de rugby Amabokoboko y Nueva Zelanda en el 2010.

Sus propietarios se niegan a revelar los costos anuales de mantenimiento, que pueden llegar a los 65 millones de rand según dos estudios universitarios, pero admiten una pérdida de 13 millones de rands al año, una cuenta de la que el municipio tiene que hacerse cargo.

Con tantas otras demandas sociales en una de la regiones más pobres de Sudáfrica, un cambio en este aspecto no constituye una prioridad.

"El desarrollo deportivo compite por recursos con otras prioridades en la prestación de servicios, como el saneamiento, la electricidad , el desarrollo económico y la gestión de residuos", dijo el portavoz del consejo Mthubanzi Mniki.

En su informe final sobre el torneo del 2010, la FIFA y la Asociación Sudafricana de Fútbol (SAFA) instaron a la población a concentrarse en los beneficios "intangibles", como una selección mejorada y un cambio en la marca de un país plagado de crímenes violentos.

El número de turistas se ha disparado desde el torneo, un reflejo de que la imagen internacional de Sudáfrica ha mejorado y de la debilidad de su moneda los últimos 18 meses.

Pero la selección de fútbol no clasificó para el Mundial que comienza la próxima semana y actualmente está languideciendo en el puesto número 65 del ranking mundial, luego de haber ocupado por un corto período el lugar 38 en el 2011.

Funcionarios de la SAFA aseguran, sin embargo, que lo peor ya ha pasado.

"Ha sido un proceso lento. El año pasado fue difícil para la SAFA en general, ya que tuvimos elecciones e incertidumbre en el liderazgo", dijo el jefe de desarrollo SAFA Robin Petersen.

"Fue bastante claro que no fuimos de éxito en éxito. Tuvimos que atravesar el fuego del fracaso", agregó.

(Traducido por Janisse Huambachano. Editado en español por Daniela Desantis)