Por Mark Gleeson
CIUDAD DEL CABO, 7 mayo, 7 May. (Reuters/EP) -
- La selección de Nigeria tiene la oportunidad de convertirse en el primer representante africano en superar la fase de grupos del Mundial en tres ediciones diferentes, aunque para eso debe dejar atrás su condición de equipo impredecible.
La selección de la nación más poblada de Africa accedió a segunda ronda en su debut mundialista en 1994 y volvió a hacerlo cuatro años después en Francia. Ahora tratará de terminar entre los primeros dos del Grupo F en Brasil, donde se medirá con Argentina, Bosnia e Irán.
Sin embargo, las altas expectativas en general han afectado a las Aguilas Verdes, que representan a un país con hinchas apasionados, inconstantes y exigentes que fácilmente critican al equipo cuando no obtiene los resultados esperados.
Nigeria llega al Mundial como campeón africano, al igual que cuando fue a Estados Unidos 1994, aunque este equipo no tiene el carisma del plantel de hace 20 años, que tenía como capitán a Stephen Keshi -su actual entrenador- y contaba con jugadores de calidad como Augustine Okocha, Sunday Oliseh y Rashidi Yekini.
Aquel equipo estuvo cerca de lograr una victoria histórica, ya que vencía a Italia a falta de pocos minutos en octavos de final, pero terminó perdiendo en tiempo suplementario.
SIN ESTRELLAS
El actual plantel de Keshi no tiene grandes estrellas. Sus jugadores más influyentes proceden de la Liga Premier inglesa, pero ni John Obi Mikel (Chelsea) ni Victor Moses (Liverpool) son habituales titulares en sus clubes.
Aún así, Nigeria ganó la Copa Africana de Naciones el año pasado, cuando superó un inicio complicado para imponerse con aplomo a pesar de haber llegado al torneo con pocas esperanzas.
Nigeria eliminó al gran favorito Costa de Marfil en cuartos de final, en un partido en el que demostró el temperamento que necesitará en Brasil.
Pero seis meses después, en la Copa Confederaciones en Brasil, el equipo nigeriano fue derrotado por Uruguay y el campeón mundial España, evidenciando una clara inferioridad frente a rivales sudamericanos y europeos.
La clasificación al Mundial llegó contra un oponente modesto, ya que el sorteo del repechaje africano estableció una llave con Etiopía. Eso implica que las Aguilas Verdes tienen un enigma por delante en cuanto a sus posibilidades de superar la primera ronda en Brasil.
Gran parte del fútbol de esta Nigeria se basa en un ataque veloz, con mucho énfasis en el juego abierto, pero su principal definidor, Emmanuel Emenike, suele fallar demasiadas oportunidades de gol para el rol que ocupa.
Además, tiene una defensa que no brinda seguridad, algo que se potencia debido a la falta de experiencia de algunos de sus futbolistas.