Por Mark Gleeson
SALVADOR, Brasil, 26 jun, 26 Jun. (Reuters/EP) -
- Ghana finalizó el jueves su participación en el Mundial como colista de su grupo luego de tres días tumultuosos, marcados por la expulsión de jugadores y una huelga en un entrenamiento.
La derrota del jueves ante Portugal 2-1 en Brasilia selló la suerte de un equipo que era visto antes del torneo como capaz de mejorar su marca de hace cuatro años en un Mundial, cuando alcanzó los cuartos de final.
Ghana obtuvo un solo punto en Brasil y sus esperanzas se frustraron casi desde el comienzo, tras caer en su primer partido del Grupo G ante Estados Unidos.
A pesar de que mejoró su rendimiento e incluso puso en aprietos la favorita del grupo, Alemania, en un vibrante empate 2-2, el equipo africano se desarmó cuando los jugadores se negaron a entrenar el martes en un intento de forzar el pago de honorarios por partidos jugados. El dinero llegó 24 horas después en un vuelo charter desde Ghana.
En medio de esto, el veterano mediocampista Sulley Muntari golpeó a un funcionario en una discusión y Kevin-Prince Boateng, otra de las estrellas del equipo, insultó al técnico en un entrenamiento. Ambos fueron expulsados en la víspera del último partido de Ghana en el estadio nacional de Brasilia.
El entrenador Kwesi Appiah, quien había dicho en febrero que el equipo era favorito para alcanzar las semifinales, parecía haber perdido el sentido de realidad al insistir con que Ghana había dejado una buen impresión e iba a construir un futuro mejor.
"Creo que los ghaneses estarán satisfechos con los jugadores que hemos traído y la forma en que jugamos", dijo a periodistas.
Pero sus afirmaciones de que Ghana es un equipo joven con mejores perspectivas de futuro contrastan con las evidencias, que muestran un plantel con muchos jugadores de gran experiencia que fracasaron estando en su mejor momento deportivo.
Por ejemplo, el gol anotado el jueves por Asamoah Gyan lo convirtió en el mayor goleador de Africa en una Copa del Mundo, superando la marca de cinco tantos del camerunés Roger Milla. Si esto se suma al nivel de jugadores como Dede Ayew, Kwadwo Asamoah, Michael Essien, Boateng y Muntari es un hecho que las "Estrella Negras" podrían haber llegado más lejos en el torneo.
Existía una empatía hacia el equipo luego de su participación en el último Mundial, donde una mano del uruguayo Luis Suárez les negó un histórico pase a semifinales.
Pero la buenos deseos hacia Ghana seguramente se evaporaron con esta campaña.