Actualizado 29/06/2014 23:40

MUNDIAL-Holanda podría esperar que la suerte esté de su lado esta vez

Por Mark Gleeson

SALVADOR, Brasil, 29 jun, 29 Jun. (Reuters/EP) -

- Para un país con una historia mundialista llena de episodios de mala suerte, Holanda sentirá que la marea finalmente ha cambiado a su favor luego de arrebatarle con mucho de suerte una victoria a México el domingo para avanzar a cuartos de final.

Los holandeses tienen una rica historia de éxitos arrebatados desde sus manos, pero la buena fortuna brilló sobre ellos al igual que el sol de Fortaleza, y les dio un empate dos minutos antes de los 90 y luego un penal en tiempo de descuento que selló un triunfo 2-1.

Ellos más que el resto serán capaces de comprender la difícil situación de los mexicanos derrotados, luego de ser finalistas del Mundial tres veces y sufrir con la derrota en otros duelos memorables.

Sus tres derrotas en la final fueron estrechas. Holanda anotó primero con un penal ante el anfitrión Alemania Occidental en 1974 pero perdió 2-1 y cuatro años después, fue vencido 3-1 en tiempo extra por el equipo local Argentina.

Hace cuatro años en Johannesburgo, cuando los holandeses esperaban que en la final se diera el caso de "la tercera es la vencida", Arjen Robben quedó mano a mano con el portero de España pero su remate fue desviado por la pierna extendida de Iker Casillas.

España ganó 1-0 en tiempo extra.

En 1994, Holanda y Brasil quedaron cara a cara en un clásico de cuartos de final. Brasil estaba en ventaja 2-0 y los holandeses dieron vuelta el resultado solo para terminar siendo vencidos por un controversial tiro libre rematado por Branco en las últimas instancias del encuentro.

Brasil los eliminó otra vez cuatro años después en Francia en una infartante semifinal que perdieron por penales.

En Alemania 2006, los fantasmas del Mundial volvieron a acosar a los holandeses en una batalla infame en octavos de final ante Portugal que perdieron por un único gol jugando con nueve hombres.

Holanda podría esperar que el resultado del domingo en Fortaleza marque un punto de inflexión y que el terreno de juego finalmente se tiña de color anaranjado.