Por Patrick Johnston
7 mayo, 7 May. (Reuters/EP) -
- Irán llega al Mundial como el equipo asiático mejor ubicado en el ranking de la FIFA, pero sus esperanzas de avanzar a los octavos de final por primera vez en su historia se ven obstaculizadas por la falta de amistosos ante rivales de categoría y la ola de negatividad que rodea a la selección.
Desde que selló su pasaje al Mundial en junio tras ganar su grupo en la eliminatoria asiática, Irán solamente jugó un amistoso: la derrota 2-1 ante Guinea en Teherán este año.
En contraste, Japón jugó amistosos con Uruguay, Holanda, Bélgica y Ghana, buscando que el equipo gane experiencia de cara a la oposición que afrontará en Brasil.
El entrenador portugués Carlos Queiroz se lamentó por la situación -que se cree tiene que ver con cuestiones políticas y financieras-, tras la derrota ante Guinea, que generó una ola de críticas de la prensa local por la mala actuación de un equipo con muchos jugadores veteranos.
"Tratamos de hacer lo mejor que pudimos, tenemos recursos limitados, tenemos algunos problemas en los preparativos para darle lo mejor a los jugadores y al equipo", sostuvo Queiroz.
El entrenador confía en su equipo, a pesar de los problemas.
"Pese a todas las dificultades, en los últimos tres años Irán ha mostrado lo más importante en el mundo del fútbol: pasión", destacó. "Tener pasión es siempre un buen punto de partida. Con la pasión de los jugadores y los hinchas logramos clasificar al Mundial", agregó.
El ex entrenador del Real Madrid y Portugal, quien dejaría el puesto tras el Mundial, usó sus contactos para conseguir un campo de entrenamiento y amistosos en Sudáfrica, donde trabajó, además de en su Mozambique natal, y el equipo seguirá su preparación en mayo en Austria.
Allí, Irán se medirá con Bielorrusia, Montenegro y Angola antes de jugar con Trinidad y Tobago en Sao Paulo a ocho días de su debut en el Grupo F, el 16 de junio ante Nigeria en Curitiba por el Grupo F.
Queiroz espera que los partidos le den la posibilidad de solucionar la falta de gol del equipo, lo que lo llevó a rastrear futbolistas iraníes en todo el mundo para fortalecer a un equipo cuya prioridad es una defensa sólida.
Irán marcó tres goles en sus primeros cinco partidos en la eliminatoria antes de que Reza "Gucci" Ghoochannejhad, nacido en Teherán pero quien emigró a Holanda siendo un niño, se sumara al equipo y ayudara a que "los príncipes de Persia" sellaran el pasaje a su cuarta Copa del Mundo.
Pese a que Irán quedó en el Grupo F junto a Argentina, uno de los grandes candidatos al título, las expectativas de avanzar de ronda son altas ya que en el equipo esperan una batalla de tres -junto a Bosnia y Nigeria- por el segundo lugar.
Pero la tarea de sumar un nuevo triunfo mundialista al único logrado hasta ahora -en 1998 frente a Estados Unidos- no parece sencilla.
"Debemos tomar este Mundial como un proceso de aprendizaje, y eso no significa que vayamos a hacer turismo. Vamos a Brasil a crear un legado y el legado es dejar al equipo en una buena posición para que sea más fuerte tras el Mundial, mejor preparado y más experimentado", destacó Queiroz.
"No hay duda que desde que llegué hay un gran progreso en los jugadores y en el equipo. Irán tiene un gran potencial, es cuestión de ensamblar bien las cosas", agregó.
Más allá de las palabras de Queiroz, hay que esperar un Irán cauteloso y volcado al contraataque en una corta aparición en Brasil.