Por Karolos Grohmann
BERLIN, 7 mayo, 7 May. (Reuters/EP) -
- El técnico de Alemania, Joachim Loew, sabe que hay mucho más en juego en el Mundial que simplemente poner fin a los 18 años de sequía desde que su país ganó un título en una competición internacional.
El Mundial de Brasil podría representar para el técnico de 54 años la última oportunidad de levantar un trofeo con la selección nacional, pese a tener contrato hasta el 2016.
Con un magnífico récord de 70 triunfos y 15 derrotas en 102 partidos internacionales, Loew tiene un mejor ratio victorias-derrotas que cualquier otro de sus predecesores desde 1978.
Entre ellos figura Franz Beckenbauer, quien llevó a Alemania a coronarse campeón en el Mundial de 1990, y Berti Vogts, a cargo del plantel en su trofeo más reciente de la Eurocopa 1996.
Loew llevó al equipo germano a dos semifinales y una final en sus tres torneos en el cargo, pero la paciencia entre los hinchas alemanes está empezando a agotarse.
"Quisiera que nuestro equipo tuviera más reconocimiento por jugar este fútbol creativo y de ataque", dijo Loew, quien no quiere pasar a la historia como el técnico alemán más exitoso que nunca ganó un título.
Meticuloso en su planificación y detallista en su táctica, Loew ha impuesto un gen de ataque en Alemania que quiere convertirse en el primer equipo europeo en levantar el trofeo en un Mundial disputado en América del Sur.
Desde que asumió el cargo tras la salida de Jürgen Klinsmann en el 2006, Loew incluyó una larga lista de jóvenes jugadores como Mesut Ozil, Manuel Neuer, Mario Goetze y Marco Reus y se ganó a los hinchas de todo el mundo con un estilo ofensivo emocionante y rápido.
Pero el imperante sentimiento de urgencia no le pasa desapercibido. Loew dijo a sus jugadores en marzo que si consideraba que alguno se mostraba flojo en los últimos meses de la temporada, no importaría cuán importante fuera ese jugador para el equipo, no viajaría a Brasil.
"En estas condiciones, ese calor y humedad, solo podemos usar jugadores que estén 100 por ciento", destacó.
"La historia muestra que si se quiere ganar el título uno tiene que tener jugadores en forma. Ese fue el caso en 1974 y 1990", agregó, refiriéndose a las dos victorias más recientes en un Mundial como Alemania Occidental.
El entrenador está preocupado ya que varios jugadores que son parte del equipo no están en su mejor nivel en este momento.
El éxito en Brasil le dará a Loew un lugar entre los grandes de Alemania, mientras que un fracaso podría convertirlo solo en un nombre más en la lista de técnicos, pese a su historial ganador.