RIO DE JANEIRO,10 Jul. (Reuters/EP) -
La humillante derrota de Brasil por 7-1 a manos de Alemania dejó una profunda marca en los anfitriones del Mundial y subrayó la necesidad de un cambio en el fútbol del país, pero no fue de la misma escala de la "tragedia nacional" de perder la final de 1950, dijo el jueves el ministro de Deportes Aldo Rebelo.
"Dejó una marca profunda, fue un desastre", dijo Rebelo a periodistas en la conferencia de prensa diaria de la FIFA en el estadio de Maracaná, donde Brasil esperaba disputar la final del domingo.
En cambio, Alemania y Argentina se enfrentarán por el premio mayor del fútbol, mientras que Brasil jugará contra Holanda el sábado por el tercer y cuarto puesto en Brasilia.
Rebelo dijo que Brasil deberá aprender de la mayor derrota de su historia, ocurrida en la semifinal del martes disputada en Belo Horizonte.
"La mejor actitud a tomar es analizar estas causas y superar las fallas, para que eso no vuelva a ocurrir", dijo el ministro.
El funcionario dijo que el país precisa analizar la forma en que el fútbol está organizado y cómo se maneja la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
"En otras ocasiones ya había manifestado la opinión de que el fútbol brasileño necesita cambios. La derrota con Alemania expone esa necesidad", agregó.
"Exportamos materia prima e importamos el producto terminado. Exportamos jugadores incluso antes de que se hayan desarrollado completamente, una gran parte de los futbolistas de la (selección) sub-15 ya está en el exterior y esta es la situación que debemos abordar", afirmó.
El ministro dijo que la legislación brasileña facilitaba la venta de jugadores al exterior y le daba grandes poderes a los agentes.
"Estamos discutiendo en el Congreso la modernización de la gestión de los clubes para que ellos asuman compromisos y responsabilidades", explicó.
En 1950, la primera vez que Brasil organizó un Mundial, Uruguay le arrebató el título en la final en lo que luego se conoció como el "Maracanazo".