Actualizado 08/06/2006 13:53

Mundial.- (Presentación) Brasil contra todos y España contra la historia


MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -

Brasil se presenta como el gran favorito y el rival a batir por todas las selecciones en el Mundial de Alemania que da comienzo mañana, en un torneo que cuenta con muchos serios aspirantes y en el que España tendrá otra lucha 'diferente', representada en su historia.

Los hombres de Carlos Alberto Parreira llegan a la cita con motivación y deseos de demostrar que se puede reunir en un mismo equipo a toda una constelación de estrellas. Ansían alzar la sexta Copa del Mundo y llevan arrastrando su halo de favoritismo desde hace mucho tiempo, pero también le recuerdan desde fuera la final de 1998 o la experiencia de 1982 donde fue con otro equipo repleto de calidad (Sócrates, Zico, Falcao,...).

Este es precisamente el mayor enemigo de la 'canarinha'. La conocida presión y el tener a todo un país detrás de su evolución son los problemas para un combinado sólido y seguro en todas sus líneas y en donde está el 'Balón de Oro' y el 'FIFA World Player', el azulgrana Ronaldinho.

El jugador del FC Barcelona parece no saber lo que es la presión. Disfruta del fútbol y quiere cerrar un año mágico con el triplete. Su figura se empezó a alargar hace cuatro años y ahora está llamado a liderar a una Brasil, ansiosa de ver el resurgir de Ronaldo, que quiere que el Mundial sea el bálsamo de una temporada discreta y llena de lesiones.

Además, el resto de participantes han 'cedido' amablemente el papel de favorita a la pentacampeona y eso vuelve más peligrosos a los aspirantes, sobre todo a cuatro de ellos. Y es que en el primer escalón de poder plantar cara a Brasil se encuentran Argentina, Italia, Inglaterra y Alemania, siempre dispuestas a ofrecer su mejor cara en esta cita.

La albiceleste viene con un gran equipo y con Leo Messi como abanderado para frenar a su 'archirrival' y a Ronaldinho. Sin embargo, desde el subcampeonato de 1990, Argentina ha tropezado una y otra vez llegando como máximo a los cuartos de final (Francia'98) y para empezar tiene un grupo durísimo con Holanda, Serbia y Montenegro y Costa de Marfil.

Por su parte, Italia aterriza en tierras germanas con la convulsión que está viviendo el 'Calcio' como principal problema y que ha oscurecido el ambiente de una selección muy competitiva que ha conseguido recuperar para el torneo a una pieza clave como Francesco Totti.

Pelé ya ha advertido del peligro de la 'azzurra' y no se ha quedado ahí porque también ha apuntado a Inglaterra como el otro peor enemigo de sus compatriotas. Un centro del campo de ensueño y una peligrosa delantera, a expensas de Wayne Rooney, son las claves de unos 'pross' que quieren la revancha de Corea y Japón de 2002.

Finalmente, aparece Alemania y su papel de anfitriona. Los germanos ofrecerán su mejor versión ante sus aficionados pese a las turbulencias y críticas continuas sobre el seleccionador Juergen Klinsmann. Es un equipo muy renovado y nada espectacular, pero tampoco nadie contaba con ella hace cuatro años.

ESPAÑA Y LOS CUARTOS DE FINAL COMO OBJETIVO.

Por detrás de estos cuatro combinados nacionales se sitúan otras posibles aspirantes como Holanda, que con Marco Van Basten parece haber recuperado la imagen de la 'naranja mecánica', pero debe superar el 'grupo de la muerte', Francia, con Henry y la última gran oportunidad para Zidane, Portugal, con el campeón Luiz Felipe Scolari, y España, deseosa de desquitarse de ese papel de eterna selección destinada a hacer algo grande.

La última actuación del combinado nacional en la Eurocopa y sus clasificaciones para esa cita y ésta de Alemania, a través de la repesca, han bajado un tanto su caché, aunque todos reconocen que por nombres, debería estar entre los mejores.

Luis Aragonés sigue trabajando para afinar del mejor modo posible la puesta a punto de sus hombres y encontrar el sistema adecuado. Su aval son los 22 encuentros invictos y el que aún resta casi una semana para que debute ante Ucrania. Es un equipo joven (25 años de media), con mucha calidad en todas sus líneas, pero con un claro problema de gol.

El debú, habitualmente de mal recuerdo para los españoles, marcará el devenir de una selección donde todos dicen que hay que ir partido a partido, pero a la que se la sitúa como mínimo en su barrera histórica de los cuartos de final. Ahí, teóricamente estaría Brasil como obstáculo para hacer historia, pero antes quedan tres encuentros, que salvo el primero no son de excesiva dificultad (Túnez y Arabia Saudí), y un cruce de octavos de final (Francia o Suiza).

Este Mundial también traerá los estrenos en esta competición de Trinidad y Tobago, Costa de Marfil, Angola, Togo, Ghana y la República Checa para un total de 32 selecciones que buscar llegar lo más lejos posible e intentar coger el papel de revelación de Corea del Sur y Turquía en 2002 o Croacia en 1998 o Suecia y Bulgaria en 1994.

Hace cuatro años, muchos pagaron sus fallos (Francia, Argentina o Portugal) y otros dieron un salto cualitativo (Turquía, Corea del Sur y Estados Unidos). Dentro del nuevo orden establecido, Brasil reinó y a partir de mañana cuando a las 18:00 horas comience a rodar el balón con el Alemania-Costa Rica se empezarán a despejar todas las dudas.