Por Brian Homewood
BRASILIA, 23 jun, 24 Jun. (Reuters/EP) -
- El rendimiento de Neymar, quien anotó dos goles contra Camerún el lunes, hace difícil creer que hace apenas un año existían dudas sobre si el futbolista estaba lo suficientemente maduro para liderar el desafío de Brasil de conquistar su sexta Copa del Mundo.
Hasta la Copa Confederaciones del año pasado, Neymar seguía jugando en el fútbol doméstico en Brasil y tuvo dificultades en sus duelos poco frecuentes contra equipos europeos.
Con casi una docena de contratos de patrocinio a su nombre, una legión de admiradores y la playa en su puerta, había preocupaciones de que Neymar tomara la opción fácil de permanecer en el Santos en Brasil.
Los europeos se preguntaban por qué tanto alboroto y había dudas sobre si el delantero podría manejar la enorme presión de jugar para Brasil en una Copa del Mundo en su tierra natal.
Un año después, con tres partidos y cuatro goles en el Mundial, Neymar demostró que no hay de qué preocuparse.
El lunes mostró otra brillante actuación, que incluyó dos magníficos goles en la primera mitad para ayudar a Brasil a derrotar a Camerún 4-1 y alcanzar los octavos de final.
Había una sensación de anticipación y peligro cada vez que recibía el balón y muchos destellos de los famosos trucos que levantaron quejas de alardes en el pasado.
Neymar dejó a la multitud extasiada cuando tocó el balón casi con indiferencia ante un desconcertado zaguero de Camerún, tratando de emular el truco del ex delantero de México Cuauhtémoc Blanco de saltarse a un defensor con la pelota entre sus tobillos.
"No siento ninguna presión", dijo Neymar a periodistas, luego de ganar el premio a la figura del partido.
"Siempre dije que no hay presión cuando se está cumpliendo un sueño. Esto es algo con lo que he soñado desde que era joven, he soñado toda mi vida con jugar en partidos como éste", agregó.
La confianza de Neymar se potenció con su destacada actuación en la Copa Confederaciones del año pasado, que Brasil ganó. Luego dio el gran paso a Europa con su transferencia al Barcelona.
Su primera temporada en España tuvo altibajos y estuvo marcada por dos lesiones. Esto pudo haber sido una bendición, ya que redujo las expectativas y ayudó a que no llegara agotado al Mundial.
El entrenador Luiz Felipe Scolari elogió a Neymar por su espíritu de equipo y su dedicación a las partes menos glamorosas del juego, como el ir hacia atrás y marcar a los delanteros rivales.
"El es muy participativo, lo dije muchas veces", dijo Scolari a periodistas y agregó que mucho del crédito es de Muricy Ramalho, el ex entrenador de Neymar en el Santos.
"Muricy le inculcó que tenía que dejar de ser creativo a veces y participar en la marca cuando el rival tiene la pelota y eso es algo que la gente no suele ver siempre", dijo Scolari.
Scolari también restó importancia a los comentarios de que Brasil se volvió demasiado dependiente del jugador de 22 años.
"Argentina depende de Messi y otros equipos tienen jugadores especiales, eso es normal", dijo. "Algunos jugadores son diferentes y hacen la diferencia para cualquier equipo, no solo para Brasil", agregó.